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     Star Wars: Más allá de las leyendas

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    MensajeTema: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeJue 02 Mayo 2013, 23:53

    STAR WARS
    Más allá de las leyendas

    Elenco principal
    Pitithious/Darth Pitithious (Pitithious)
    Palpatine/Darth Sidious (espíritu)
    Francy
    Veronia
    Char Jork/Darth Hip-hoperous (mencionado)
    Jen Orell/Darth Briend
    Densy Hair Orell
    Dieg Urbi
    Darth Bane (espíritu)
    Darth Plagueis (espíritu)
    Aktaral/Darth Sabious
    Anie Mary Leir Lop/Darth Fyso
    Thalen Fisto (resucitada; Thalen Fisto)
    Darth Rise
    Padmé Amidala Naberrie (resucitada; Amidala Padme)

    Elenco secundario
    Cal Omas
    Guardias Senatoriales
    Autoridades imperiales
    Soldados imperiales
    Bevel Lemelisk (clon)
    Autoridades rebeldes
    Soldados rebeldes
    Autoridades liberales (Alianza de Legiones Rebeldes)
    Soldados liberales (Alianza de Legiones Rebeldes)
    Tropas conservadoras (Ejercito Sombra negra)
    Reina Katry
    Guardias del cementerio de Theed
    Darth Krayt (mencionado)
    Maara Jade



    Introducción:

    STAR WARS
    Más allá de las leyendas


    Naboo, preciosa joya de los mundos del borde medio de la Galaxia, cuna de tantos memorables personajes que pulieron la historia y fueron símbolo de un antes y un después entre la debilitada Republica victima de la división que causo las épicas Guerras Clon y el sorpresivo nacimiento del poderoso y malevolente Imperio Galáctico en lucha contra las fuerzas de la Rebelión.

    Entre cerros, llanuras, ríos, lagos y pantanos se ocultan las voces de una serie de historias encantadoras y emocionantes, cantos de gloria y libertad y llantos de rabia y desesperación… La cuna perfecta de tantas especies como los habitantes de la ciudad de Theed y los anfibios del sub-mundo acuático, los gungnas… Pero estos no son los únicos seres vivientes del planeta, porque la voluntad de la Fuerza es tan especial y asombrosa, que por una causa muy curiosa un joven sensible, desconocido para todos, abrazaría la vida bajo la voz y la codiciosa presencia del Lado oscuro , un heredero fiel a la figura del difunto Emperador… el sith Darth Pitithious.

    Hombre sin alma, de manos fuertes y pálidas, mirada sombría y lleno de odio, servidor solo ante la voz de su maestro, el Gran Señor Oscuro de los Sith se entregaba completamente al lado tenebroso con tanta facilidad y devoción que no veía nada más que el poder que tendría en un futuro no tan lejano considerando la forma en que lo deseaba y lo buscaba. Era difícil de entender como es que nunca hubiera sido detectado por los jedi, o como nunca se tuvo registro de alguna visión que previniera de su llegada. Tal como llego, es como nunca fue visto por nadie más que sus padres y su hermano que siguió el camino del Lado Luminoso, aunque pese a sus diferencias mantenían su hermandad fuera como fuera… Pero lo que nadie sabia era que a pesar de que había sido eliminado de la faz de la Galaxia, Palpatine, el ultimo Emperador conocido en la Galaxia, el ultimo Señor Oscuro que desafió a los planetas por obtener el control absoluto, había conseguido mantener una parte de su oscura alma en el anonimato, esperando el candidato perfecto para hacerse escuchar y revivir su voluntad, aun habiendo pasado mas de cien años desde su patética muerte en Endor a manos de su tan preciado aprendiz Vader, el Elegido caído que alguna vez fuera el legendario Anakyn Skywalker que solo buscaba la forma de conseguir salvar de la muerte a su amada y secreta esposa Padmé Amidala, la que alguna vez fuera una joven reina del verde planeta y mas tarde una senadora luchadora por la paz.

    Ahora descubrirán el relato que jamás se contó en la historia de la Galaxia, la historia ciento cuarenta y seis años después de la épica batalla de Endor, en una galaxia leana, muy lejana…



    Última edición por Darth_Pitithious el Miér 16 Oct 2013, 12:18, editado 3 veces
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeJue 02 Mayo 2013, 23:58

    Episodio I:
    Encuentros de las sombras


    Pitithious, tan solo un simple joven que nunca conoció vida sin sufrimiento, sin traición ni dolor. Su nacimiento fue pagado con un alto precio, casi cruzando la línea y no poder conocer las maravillas del cosmos. Poco tiempo pasó para que el ya niño de apenas dos años ya empezara a manejar ciertos poderes de la Fuerza y fue así como se dio cuenta de que en él existía un gran poder. Al poco tiempo tras enterarse sobre los jedis y sobre la Fuerza, él se interesó mucho en conocer sobre todo ello y fue así que en su improvisado entrenamiento consiguió construir su propia espada láser alrededor de los cuatro años, de un cristal de adegan verde que consiguió gracias a un viaje por algunos planetas con sus padres…

    Durante su periodo educativo, Pitithious empezó a escuchar muy directamente acerca de Palpatine, el político más odiado y recordado del planeta, pero que en el muchacho causó mucha simpatía y admiración pese a los comentarios de los demás. Fue así como en las bibliotecas de Theed fue buscando información sobre dicho personaje y entre hololibros y lo que pudo averiguar en sus viajes descubrió el lado más oculto de el que hubiera sido el último Canciller de la Republica Galactica y el Emperador del primer Imperio… Tanto conocimiento e investigaciones lo hicieron obsesionarse cada vez más, y su poder conforme iba creciendo era escaso, deseaba más, y entre toda su ceguera llegó a llamar a la presencia de ese espíritu oculto en lo más profundo de la Galaxia: Fue así como empezó a encontrarse con el Señor Oscuro de los Sith, Darth Sidious


    Última edición por Darth_Pitithious el Mar 09 Jul 2013, 00:43, editado 4 veces
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeJue 02 Mayo 2013, 23:59

    Episodio II:
    El nacimiento del Heredero



    Tiempo antes de que Pitithious tuviera los primeros encuentros con el Oscuro, su vida personal no era nada distante y ajena a la sociedad, teniendo ya en sus jóvenes seis años una novia en la escuela, relación que solo dos años, tiempo que fue el caldo de cultivo perfecto en su cruce con el Lado oscuro  de la Fuerza. Él ilusionado y tan enamorado no consiguió usar bien su visión para darse cuenta de los engaños que había a sus espaldas, y no fue hasta cumplido un poco más de un año para darse cuenta de lo que su novia le ocultaba: le engañaba con un compañero de la clase…

    Esto sin embargo ya había sido visto por Pitithious de manera involuntaria a través de sueños premonitorios, siempre la misma imagen, siempre la misma escena, siempre en la misma posición, él en un altar esperando a su novia vestida de blanco caminando a su encuentro para un matrimonio. ¿Qué podía significar eso? ¿Qué clase de alerta era? ¿Por qué siempre se le presentaba la misma situación? Una nube de dudas lo rodeaba y sin poder saber que hacer, y llegado el hecho el joven se sintió podrido, destruido, sin voluntad de nada, sin ganas de seguir viviendo… Habiendo llegado la hora, fue que se le presento por fin lo que tanto había buscado, al naboo más despiadado jamás visto en la historia, el último sith de la antiguo regimen…

    -Oh! Pobre joven destruido, bajo una nube de tristeza has sido cubierto
    -¿Quién habla? ¿Dónde estas? No te escondas- dijo el joven atemorizado con su mano derecha tocando su Sable de Luz  dispuesto a usarlo
    -¿A que le temes? No necesitas ese sable, pues no tengo intenciones de atacarte
    -Muéstrate entonces si no te buscaré yo
    -¿Buscarme?- soltó su risa tétrica y resonante- Eres muy osado en decir esas cosas muchacho… Muy valiente, pero de nada te sirve contra mi
    -¿Entonces quien eres? ¿Por qué te ocultas?- decía confuso Pitithious
    -No necesito ocultarme…-dijo la voz mientras se materializaba en una figura de un anciano cubierto de una túnica negra, ocultando así su deformado rostro con sus ojos amarillos- Seguro no me reconocerías
    -¿Nos hemos visto antes?
    -No, pero tu me haz buscado por un largo tiempo, soy la respuesta a esa duda que tanto quieres resolver, soy mas que un simple fantasma
    -¿Eres… -tartamudeó de miedo al descubrir tal revelación- el Emperador?
    -Por desgracia estoy en este estado, pero aun sigo vivo
    -¿Qué es lo que quieres de mí?
    -¿Qué quiero de ti? Yo no te he dado búsqueda, tu mismo me has buscado y lo lograste. Soy el premio a tu perseverancia
    -Yo pensaba que usted estaba totalmente muerto. Algunos decían que usted había muerto en Onderon
    -No del todo, solo mi clon, pero mi alma sigue intacta pese a todo, pero lo hice esperando en poder encontrar a un nuevo aliado

    Pitithious estaba sorprendido ¿Quién seria ese aliado? No sabia, buscaba respuestas en su mente, hasta que decidió tomar una atrevida decisión.

    -¿A quien busca específicamente?
    -A un sensible que nunca ha sido hallado por los jedi, un sensible puro que este dispuesto a recibir un poder inigualable
    -¿Y a cambio que debe hacer él?
    -Inclinarse ante mi y demostrar lealtad, entregarse al Lado oscuro  de la Fuerza y luchar en mi nombre

    Pitithious estaba deseoso de tener mas poder y ya en su estado no le importaba si tendría que vender su alma con tal de obtenerlo

    -Pues entonces me consideraré su aprendiz y fiel servidor, en su nombre sembrare el miedo en la Galaxia y reviviré la pesadilla que ya muchos han olvidado- le dijo el joven inclinado y mirándolo fijamente jurándole lealtad
    -Bieeeeeeeeeeen- se contento el Señor Oscuro-, bien… Entonces tomare tus palabras como juramento y te haré mi aprendiz… Eres mas poderoso que el mismo Elegido… Tu ceguera será la ceguera de todos… Serás conocido como el Ciego Oscuro… Seras llamado… Darth… Pitithious

    El Señor Oscuro le obsequió una sonrisa tan falsa, que hasta sus intenciones podían reflejarse, entre tanto su nuevo aprendiz solo se limitaba a verlo con respeto dispuesto a servirle y obedecerle…


    Última edición por Darth_Pitithious el Mar 09 Jul 2013, 00:47, editado 3 veces
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 03 Mayo 2013, 00:08

    Episodio III:
    La primera misión


    Ha pasado ya un mes del fatídico y oscuro encuentro entre nuestro destruido y ahora ex jedi Pitithious y el titiritero Emperador Palpatine. Es el mes octavo del año 159 después de la batalla de Yavin, sin embargo el joven se estaba empezando a consumir tan progresivamente que aunque suene curioso, su estado erario era alrededor de casi cuatro veces su edad, o sea, si el muchacho tenía actualmente 9 años, por su autodestrucción y su acelerado envejecimiento ya contaba con 36 años, algo que no se veía comúnmente en ningún otro ser.

    El espíritu del Emperador, ansioso por haber logrado encontrar a su nuevo discípulo y súbdito, le confiaba sus mayores secretos y su legado. ¿Qué es lo que en Pitithious buscaba? ¿Qué futuro le tenia deparado? ¿Cuál es su destino? Era un incierto, mas la obsesión del muchacho despertaba su entusiasmo y le daba fuerzas para entrenarlo en el Lado Oscuro.

    -¿Cuál es tu voluntad, maestro?- le preguntó Darth Pitithious
    -Oh mi joven aprendiz, hoy se ha cumplido un mes desde que te tomé en enseñanza y haz avanzado mucho… Ahora es tiempo de que tengas tu arma… El arma de todo sith- le decía su maestro

    Sidious levanto uno de sus brazos y lo extendió hacia su aprendiz, y de su deformada y delgada mano brotó una especie de plasma que fue tomando una forma cilíndrica, y de a poco iba tomando un brillo metálico hasta que el plasma se deshizo y brotó un Sable de Luz . El Señor Oscuro, usando la Fuerza, hizo levitar el objeto hasta donde estaba Pitithious y este lo tomó.

    -La espada de luz de tu antiguo predecesor es ahora tuya, lord Pitithious, úsala en el momento oportuno y haz cumplir la voluntad de los sith en esta Galaxia- le advirtió el Emperador
    -Así lo haré mi señor- le dijo el aprendiz
    -Ten cuidado de los jedi, se han hecho fuertes. Debemos ser cautos si queremos devolverle a nuestros antepasados el control que tuve yo hace un siglo… Debemos restaurar el Imperio- Le advirtió Palpatine
    -¿Qué deseas que haga primero?- le pregunto Pitithious
    -Ve al sistema Chalacta, allí deberás realizarte un conteo de midiclorianos… Luego ve a Coruscant y dirigete a Los Talleres, en la torre de Energia LiMerge y busca todos los holoarchivos que tenia ocultos alli- le instruyó Sidious- No llames la atención de nadie
    -Como desees, maestro- se reverenció el aprendiz

    Tras recibir tan mañosas órdenes, el joven muchacho habló con su madre y le contó que tenía que ir a la biblioteca para devolver los hololibros de historia de Naboo y después haría un recorrido por la ciudad de Theed junto a una amiga. Luego fue al hangar y tomó su speeder y se dirigió raudo a la capital, llegando a la biblioteca principal y devolvió los hololibros que había solicitado en préstamo para sus estudios.

    Terminado el trámite recorrió casi toda la ciudad para ir a la casa de su tan fiel y querida amiga Francy. Ella era su única amiga en la escuela, con quien compartió banco desde los cinco años, y fue ella misma la que le presento a la muchacha con quien tuvo esa dolorosa relación de dos años que causo se ya existente conversión al Lado oscuro  de la Fuerza. Su casa de decoración interna muy modesta contrastaba con la decoración de la lujosa Theed, pero sus padres eran muy cultos y equilibrados en cuanto a gustos, de mucho vocabulario y congeniaban con todas las clases sociales sin discriminar a ninguna.

    -Hola Francy- le saludo el muchacho
    -Pit ¿Cómo estas? Que raro verte por aquí sin tus hololibros- le saludo sorprendida la joven

    Era cierto, siempre que Pitithious le visitaba era para estudiar, cargando una pila de hololibros y discos para trabajos de la escuela, nunca para jugar o para divertirse, lo cual solo lo hacían en los recreos.

    -Es verdad –asintió feliz el muchacho-, es que en realidad necesito tu ayuda para un viaje que tengo que hacer
    -¿A dónde quieres ir?- le preguntó curiosa Francy
    -No es aquí, es a otra parte- le comentó Pitithious
    -¡Ah! ¿A las llanuras?- trató de adivinar su amiga
    -No es en Naboo… Es fuera del sistema- le explicó el sith
    -¿Fuera del sistema? ¿Y para qué?- le pregunto la niña
    -Quiero ver algo que me dio curiosidad, ¿me ayudas?- le suplico Pitithious
    -Mmm… Bueno– dijo Francy entre suspiros- Eres tan especial Pit…

    Francy fue con su amigo al hangar y le pidieron al conductor que los llevaran a Chalacta, tal como Pitithious lo necesitaba. Era la primera vez que los dos solos salían fuera de Naboo. Acostumbraban cada uno a salir con sus padres cuando eran las vacaciones o cuando visitaban a sus parientes, pero nunca sin supervisión de un adulto. La niña estaba totalmente sorprendida al ver a Pitithious tan entusiasmado y ansioso, las veces anteriores siempre se mostraba emocionado por explorar y aventurarse por las llanuras y campos, hasta en los bosques de noche en los fines de semanas. Algunas veces entre tantos viajes, se topaban con pequeñas micro lluvias, los cuales mas de alguna vez le trajo a la pequeña unos resfriados tan fuertes que llegaba a estar un mes en cama, y otras veces hasta se le complicaba el dolor de cadera y terminaba cojeando por andar escalando árboles o cruzar riachuelos saltando entre piedras.

    -¿Qué estas buscando exactamente en Chalacta y Coruscant?- le pregunto Francy a su amigo
    -Quiero ver una vieja instalacion en Chalacta donde dicen que hacian experimentos con sensibles de la Fuerza, y en Coruscant tengo que visitar a un amigo que no veo de años- le explicó el muchacho
    -No me digas que sigues con la tontera de los jedi y los sith ¿o no?- le dijo algo molesta la niña
    -¿Oye que tiene de malo? Además cualquiera puede tener eso, hasta tu podrías ser una sensible y no te das cuenta- bromeó Pitithious
    -Agradece que soy la única que te entiende… a veces no se porque soy tu amiga, me siento muy extragaláctica contigo- le dijo rendida Francy

    Chalacta era muy escasamente conocido, tan solo los jedis y los sith recurrían antiguamente a este sistema para realizarles conteos de midiclorianos a sus aprendices y candidatos, de lo cual los chalactanos eran tan expertos como los kaminoanos en la clonación o los wookies en cuanto a tecnología. Ya cuando los científicos encontraron la forma de crear pequeños dispositivos, solo los jedis pudieron contar con ellos hasta llegada la tragica Gran Purga y la ejecución de la traicionera Orden 66, por lo que las instalaciones de Chalacta quedaron sin trabajo alguno y quebraron ante tanto recurso perdido en investigaciones ya innecesarias.

    Al aterrizar en la plataforma que daba hacia el Centro de investigaciones, Francy y Darth Pitithious descendieron y entraron al edificio. Las puertas estaban abiertas con claros signos de haber sido forzadas, las paredes deterioradas y cables cortados arrojando una lluvia de chispazos que iluminaban el interior.

    -Ay Pit no me gusta este lugar, es tan escalofriante- le dijo a su amigo
    -Bueno tu quisiste hacerme el favor de venir, ahora si quieres me acompañas a investigar este lugar o puedes esperarme en la nave- le sugirió Pitithious

    Siguieron hasta una habitación amplia, llena de mesas con holo pantallas, tubos de ensayo, microscopios, grandes cilindros con líquidos enturbiados. Francy se sentía incomoda, y en eso choco con uno de los cilindros y vio un feto deformado, imagen que la horrorizo y la hizo dar un grito tan fuerte que hizo eco en todo el interior del edificio y corrió hasta donde su amigo y le abrazó fuerte y se puso a llorar del susto.

    -¿Qué te pasa Francy?- le preguntó Pitithious
    -Pit vayámonos de aquí, no me gusta este lugar, volvamos a Naboo y olvídate de esto por favor, no quiero seguir aquí por favor te lo suplico- le imploró desesperada Francy
    -Francy dejame ver esto, te prometo que después nos vamos a Coruscant, veo lo que necesito y regresamos a Naboo, pero dame tiempo para ver esto- le pidio su amigo
    -Pit no quiero estar aquí, me da terror este lugar. Sabia que eres loco pero no tanto, amigo vayámonos- le suplico entre llantos Francy
    -Fran, mira hagamos esto, no te alejes de mi, me dejas ver lo que necesito y nos vamos. Te prometo que no permitiré que te pase nada… y por favor no me rasguñes la espalda- le dijo Pitithious
    -¿Qué? Ah si, perdóname- rió sonrojada Francy y se secó las lagrimas- Es que no me gusta este lugar, sabes que me da pavor esto, pero por tu curiosidad te dejaré ver tranquilo lo que quieres, ¿me das tu mano?
    -¿Para que quieres mi mano?- se extrañó Pitithious
    -Tonto, no es para jugar a los novios si es lo que piensas, solo es para no separarnos y seguirte a donde vayas para no encontrarme con algo más asqueroso, que sola no voy ni aunque me pagues mil créditos- se enfadó Francy

    Tomados de la mano como se lo pidió su amiga, Pitithious recorrió el edificio y encontró un dispositivo pequeño, muy similar al que vio en la holored, con el cual supuestamente los jedis hacían los conteos de midiclorianos.

    -Esto es lo que quería- exclamó alegre el muchacho
    -¿Qué es eso?- preguntó curiosa Francy
    -Esto es un contador de midiclorianos, lo que tanto busco para agregar a mi colección de objetos exóticos- le comentó su amigo
    -Bueno ya tienes lo que querías, ahora vamos a Coruscant y esta vez vas solo a curiosear, que yo no quiero morir de un paro cardiaco por una travesía tuya- le dijo Francy
    -Ahora a Coruscant para ir a Los Talleres, a la torre de Energía LiMerge- le indicó Pitithious
    -Ay Pit te quiero tanto amigo pero me das miedo últimamente- le dijo Francy mientras le dio un abrazo afectuoso

    Si el laboratorio de Chalacta pareció horroroso, Los Talleres de Coruscant era el menos indicado para ir si es que no se tenía nervios de acero. Para alguien inexperto resultaría ya imposible cruzar los pomposos y sobre transitadas calles de las principales ciudades coruscanties para pasar a aquel gran nido de contrabandistas, ladrones, mercenarios, gansters, médicos clandestinos, prófugos, mutantes, violadores, prostitutas, homosexuales y cuanto espécimen no se ve en cualquier parte de la joya galáctica. Era sin duda la cara oscura de aquel planeta, miles de kilómetros de fabricas abandonadas, cielos cubiertos de humo toxico donde el calido y brillante sol no se asoma, calles inmundas, callejones oscuros, pestes por todos lados.

    Todo este lugar era la nada al lado de la gran estructura de la famosa torre de Energia LiMerge, majestuosa edificación que alguna vez en los tiempos previos a las Guerras Clon era utilizado por el escurridizo lord Sidious para reunirse con el Conde Dooku para sus siniestras decisiones acerca de los movimientos que realizarían contra la ya debilitada Republica.

    -Que gran torre, se nota que debe tener alguna importancia como para tener esas características en una zona tan… curiosa- dijo Francy
    -Esa debe ser la torre… Donde se escondía Sidious- exclamó Pitithious
    -¿Por eso vienes aquí? Pit ahora si que te pasas, te estas obsesionando mucho con ese tema. ¡La Fuerza es una payasada que no existe!- le gritó Francy
    -Francy deja de tonteras, solo vengo a ver la instalación y ver si hay algo interesante para llevarme- le recordó Pitithious
    -Quien te entiende Pit, quien te entiende- meneaba la cabeza la niña, algo cansada por tratar de convencer a su amigo sin resultado alguno

    La nave aterrizó suavemente en el hangar de la torre. Esta vez solo Pitithious bajó y se adentro en el oscuro lugar, recordó que en su bolso había guardado el sable de Vader que su maestro le obsequió, sin embargo al pulsar el botón de encendido, el aparato no respondió a la orden, y tan solo lanzó una chispa.

    -¿Qué le habrá pasado? Ni siquiera la golpeé para que haga esto ahora- refunfuñaba Pitithious
    -Haz llegado a mi antiguo escondite mi joven aprendiz…- resonó una voz conocida
    -Mi señor. ¿Qué tengo que hacer ahora?- le pregunto el aprendiz
    -Dirígete a esa holocomputadora y graba en un disco toda la información que ahí tiene… Te pedirá que te identifiques y cuando ya todo este listo, una compuerta pequeña se abrirá y encontraras unos objetos que te ayudaran mucho en tu entrenamiento y para tu arma- le explicó Sidious

    En efecto, cuando Darth Pitithious se identifico e ingreso el disco, la holocomputadora grabo una serie de holoarchivos, planos, historiales, mapas, y habiendo terminado el proceso, una lucecita roja se encendió y una compuerta se abrió, dejando a la vista una serie de cubos y pirámides pequeñas y un cristal rojo que se notaba que había sido pulida y trabajada especialmente para ser instalada en un objeto.

    -¿Qué son estos objetos?- pregunto Pitithious
    -Son holocrones, los cubos jedis, y las pirámides sith… El cristal rojo es un cristal de adegan sintético para tu sable láser- le explico Sidious

    Sidious tomó con la Fuerza el sable y del mismo modo lo desarmó, instaló el cristal y rearmó el sable por completo, y se la entregó a Darth Pitithious. Éste último encendió el sable y un rayo de luz roja apareció, vertical, sin interferencias, iluminando todo el oscuro salón. Un rojo carmesí tan precioso como el mismísimo rubí majestuosamente hacia juego con el negro mango, y más aún con los ojos amarillos del muchacho.

    -Con esta arma haras justicia, traeras orden y seguridad al futuro Imperio Sith que forjaras en la Galaxia, pero por ahora no lo uses, hasta cuando reaparezca y te de oficial bautizo- le ordeno el Señor Oscuro de los Sith
    -Asi sera mi lord- se inclino Pitithious


    Última edición por Darth_Pitithious el Mar 09 Jul 2013, 00:50, editado 1 vez
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 03 Mayo 2013, 00:09

    Capitulo IV:
    Darth Pitithious


    Durante el tiempo de espera para que Sidious se volviera a presentar para rendirle su bautizo oficial como miembro de la orden perteneciente al Lado oscuro  de la Fuerza, Darth Pitithious fue estudiando los holocrones sith y jedi que su maestro le entregó en Los Talleres. Aquellos artefactos correspondían de Darth Bane, Darth Plagueis y del mismísimo Sidious en cuanto a los holocrones piramidales, mientras que de los cúbicos eran correspondientes a Kit Fisto , Obi-Wan Kenobi  y de Anakyn Skaywalker, del cual solo contenía información hasta ocurrida la batalla de Coruscant en el intento de rescatar al Canciller Palpatine de las garras del Conde Dooku y del General Grievous.

    Entretanto, en la escuela el joven había logrado pasar el tercer año de primaria, y la convivencia de fin de año provoco tanto alegrías como tristezas, ya que todos los chicos habían pasado de curso, pero algunos se iban del planeta a estudiar en otros lugares de la Galaxia, entre ellos la ex novia de Pitithious, Veronia, la traidora que había involuntariamente ayudado a Sidious a conseguir a su nuevo aprendiz. En un momento de la convivencia ella comunicó su partida y después se acerco al muchacho y lo abrazó. Pitithious quedó frío y estático.

    -Perdóname mi amor por lo que hice, nunca te quise dañar- le pidió perdón Veronia

    El sith estaba más frío, no hallaba reacción en su cuerpo. Veronia, aun abrazada al muchacho, soltó unas lagrimas y lo miró tierna y arrepentida, esperando a que su antiguo amado le contestara, mas al no hallar respuesta tan solo se atrevió a abrazarlo más fuerte y lo besó, luego corrió a donde estaba Francy y soltó un llanto desesperado. Pitithious tardó unos segundos en recuperar el control de su cuerpo y ya cuando lo consiguió salió de la sala corriendo como fantasma y se dirigió a los baños llorando de rabia y tristeza, sus ojos estaban totalmente irritados, rojo intenso, y siguió llorando por unos minutos, luego se lavó la cara y se miró al espejo y vio sus ojos amarillos, su rostro más deformado que nunca, y el color de su piel palidecía progresivamente

    Pasaron unos días después de este hecho y amanecía el primer día del año 160 después de de la batalla de Yavin, y el Señor Oscuro de los Sith se presentó por fin ante su aprendiz.

    -Ha llegado la hora mi joven aprendiz… Ahora te daré bautizo- se anunció en Señor Oscuro
    -Estoy dispuesto a recibir tal ceremonia, maestro- dijo Darth Pitithious
    -Inclínate ante mi, Darth Pitithious y dame tu Sable de Luz  y colócate tu túnica negra- le instruyó Sidious

    El joven sith se colocó su túnica negra y extrajo su Sable de Luz  de un baúl donde lo ocultaba, se lo dio a su maestro y se inclinó ante él.

    -Bien mi joven aprendiz… Ahora, yo, Darth Sidious, Señor Oscuro de los Lores de Sith, aprendiz del legendario Darth Plagueis, te he de hacer mi aprendiz bajo el nombre de Darth Pitithious, primer Gran Señor Oscuro de los Lores de Sith y Heredero de mi linaje oscuro- anunció Sidious
    -Yo, Darth pitithious, juro única y exclusiva lealtad a usted lord Sidious, ser su voz, oídos y ojos, hacerlo respetar en la Galaxia y expandir su legado- juró Pitithious

    Sidious sonrió malevolentemente, ahora Darth Pitithious será su expresión terrenal y recobrara el control absoluto de la Galaxia. El conteo de midiclorianos arrojó que el muchacho tenia 53.000 unidades por célula, superando incluso a la familia Skywalker y al mismísimo maestro Yoda.

    Dos meses después del bautizo, el joven volvía a la escuela, lo cual le alimentó más el dolor que en su alma se acrecentaba mucho más, y eso lo fortalecía rápidamente… Sin embargo, entre todo ese odio se alimentaba un amor muy curioso, pero esta vez la victima era su amiga Francy. Y fue victima ya que el Gran Señor Oscuro se obsesionó con ella y la persiguió por todo Naboo para tenerla a su lado, y todo esto era mucho más avivado por su maestro, quien intervino en él para hacerle tener visiones a cerca de que Francy seria quien gobernaría la Galaxia y seria Princesa de Naboo, para lo cual Sidious le instruyó a que debía hacer que Francy se enamorara de él y así compartir el gobierno del verde planeta y tomar el control de la Galaxia a través de ella, o simplemente debería asesinarla a sangre fría… Desde abril empezó la cacería de la futura gobernante, mas los intentos fueron frustrados producto de que Francy se sentía cada vez más acosada por su fiel amigo y se alejaba cada vez más de él.

    Al año siguiente el mismo escenario se repetía cada vez más, pero todo se echó abajo cuando a mediados de año Francy comunicó que se mudaría a otro planeta y por lo tanto no podría seguir estudiando en esa escuela. Pitithious quedó más destruido, y terminado el sexto año de primaria, en su ira quemó y destruyó todo el edificio sin dejar rastro alguno… Entre todos esos restos estaba el alma de aquel niño que abandonó la luz por el beso traicionero de su primer amor, el muchacho que corría y jugaba en los recreos, el joven aventurero descubridor que conquistaba sus propias fronteras…

    Cientos de alumnos quedaron sin escuela, millones de créditos republicanos en perdidas materiales, y el director tuvo que declarar el cierre definitivo del establecimiento hasta lograr reconstruirlo, mientras tanto todo el alumnado sería recibido en las demás escuelas de Naboo.


    Última edición por Darth_Pitithious el Mar 09 Jul 2013, 01:00, editado 1 vez
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 03 Mayo 2013, 00:11

    Episodio V:
    Expansión de las sombras


    Darth Pitithious logró entrar a otra escuela pero tan solo duró un año ya que el joven se encontró un día con Veronia, lo cual le generó demasiada mala suerte y trajo consigo que sufriera una serie de conflictos en el colegio desencadenando una guerra de batallas campales entre los jóvenes liberales actuales y el único lord sith conservador que defendía a muerte las antiguas tradiciones. Entretanto Pitithious lideraba esta guerra, logró encontrar sus pares en una pequeña agrupación de jóvenes partidarios conservadores que defendían fielmente las ideas de crear un Nuevo Orden, mucho más mejorado que el modelo tarkiniano y donde Pitithious logró llegar a los altos escalafones, siendo Caballero de la Muerte, Señor del Terror, Terror Rojo y en ultimas instancias como Sombra Negra, un tipo de espías muy especial que ha estado en el anonimato desde hace medio siglo. Pero la organización decayó a fines de año y Pitithious tuvo que quedarse solo sin contar con apoyo para seguir su campaña conservadora.

    Ante todo eso, sus padres tuvieron que cambiarlo a otro colegio, donde curiosamente la Fuerza ejercía gran influencia de forma muy discreta, lo cual solo Pitithious podía sentirlo y poco a poco fue desarrollando nuevos poderes como la codiciosa Consumir Fuerza, Oído de la Fuerza y Encubrimiento de la Fuerza, éste último poder lo complementó con sus habilidades adquiridos como Sombra que era. Durante su estadía en esa escuela fue todo más tranquilo, logrando adherir más aliados a su causa, y matando a los que no con el filo de su sable y sus poderes sith.

    Logrado pasar a la secundaria, Pitithious se reencontró con su antigua amiga Francy, quien por cuestiones de acostumbramiento no había logrado adaptarse fuera de Naboo. Pero por otro lado, el sith era cada vez más poderoso y convincente conforme pasaba el tiempo, teniendo en el primer año del periodo el logro de consolidar un buen resultado respecto a adherir jóvenes de su misma edad a la causa conservadora y que éstos lo aclamaran como símbolo de respeto y admiración frente a la lucha contra el liberalismo republicano que poco a poco mermaba con mayor fuerza.

    Su poder de convencimiento fue tal que llevo a su mando hordas completas de muchachos que fiel y fanáticamente seguían a pie de letra sus órdenes. Fue así como a su vez se instruyó muy bien en cuestiones de política, en lo cual Sidious enfatizó mucho para consolidar los sueños de un nuevo Imperio Galáctico Sith, permitiéndole desarrollar nuevos poderes que no muchos sith habrían conseguido en tiempos pasados, como lo fue la Corrupción de la Fuerza y la Oratoria de la Fuerza, poderes con los cuales fue influenciando a más gente…

    Al poco tiempo entre sus filas encontró a un sensible a quien aliar como su aprendiz, un gungan llamado Char Cork, a quien de a poco fue influenciándolo para conseguir lograr tener un aliado para la Orden Sith. Al cabo de un mes Char se entregó por completo al Lado oscuro  recibiendo su bautizo como Darth Hip-hoperous.

    Pasados unos días, Darth Pitithious lo llevó al sistema Illum, donde Hip-hoperous construyó su Sable de Luz , de doble láser tal como el que antes tuviera el sith Darth Maul, y desde entonces lo envió a una serie de misiones como la filtración de planos y de estrategias de la Alianza Galáctica e incluso acercarse al Senado Galáctico…

    Pero como todo servidor del Lado oscuro , Hip-hoperous tuvo un accidente, ya que en lo que trató de ingresar a un cuartel de la Alianza cerca de Yavin 4, un grupo de jedis lo descubrieron y tuvieron un reñido combate, donde el sith pudo sobrevivir pero no logró filtrar el archivo donde los jedis tenían las ubicaciones de niños recién nacidos que habían conseguido tener sensibilidad en la Fuerza.

    Hip-hoperous volvió a la casa de su maestro, donde Pitithious al saber del fracaso de su aprendiz, fríamente y sin dudarlo le acribilló el sable de luz en el pecho, asesinándolo inmediatamente sin siquiera darle tiempo de defenderse.

    Tras un tiempo examinando los planos y revisando las bitácoras robadas, Darth Pitithious junto a sus hombres lograron sabotear una serie de planes de la Alianza e incluso a inicios del año 166, el sith y una poderosa legión se dirigió a Coruscant y fueron recorriendo los alrededores del Senado Galáctico para ver los puntos menos vigilados para adentrarse en el edificio y así dar de baja al actual gobierno.

    Habiéndose posicionado en la capital de la Galaxia, Pitithious y su legión se instalaron en Los Talleres, donde hicieron una profunda limpieza matando a los cientos de personas que estaban ocultándose en ese territorio. Contados fueron más de quinientos mil personas asesinadas a sangre fría, dando una imagen distinta y más sombría, siendo el icono clandestino del temeroso Lado Oscuro de la Fuerza.


    Última edición por Darth_Pitithious el Mar 09 Jul 2013, 01:16, editado 3 veces
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeMiér 08 Mayo 2013, 13:56

    Episodio VI:
    Claroscuro


    A semanas de que se ejecutara el oscuro plan, Lord Pitithious hizo contacto con su maestro, quien le dio las últimas instrucciones acerca de cómo debería asaltar el Senado Galáctico y hacer legal el traspaso de mando para lograr la instauración imperial.

    La legión crecía cada vez más y se terminaba volviendo un poderoso ejército, leal a su líder, preparado para luchar, sin miedo alguno más que faltarle al futuro Emperador en los campos de batalla. Eran feroces, de trajes similares a los antiguos soldados imperiales de hace mas de cien años, trajes que fueron extraídos de Kamino donde tenían algunas reservas guardadas del tiempo en que produjeron tropas para la Republica Galáctica y para el mismo Imperio. Mas de seiscientos sesenta mil hombres armados bautizados bajo el nombre de la “Legión 66”, en honor de la mítica Orden 66 ejecutada a finales de las Guerras Clon para barrer a los jedis de forma definitiva de la Galaxia. Y eso mismo es lo que haría Pitithious y la Legión, barrer, eliminar de raíz a su peor enemigo: La Alianza Galáctica

    Y la espera terminó. Es el penúltimo día del primer mes del año 166 después de la batalla de Yavin, y toda la Legión, con Darth Pitithious al frente suyo, cruzaba las calles de Coruscant en dirección al Senado Galáctico, y al llegar a la entrada se encontraron con la guardia senatorial, quienes los detuvieron y uno de ellos se dirigió al sith.

    -¿Quién es usted y a que viene?- le preguntó el guardián jefe
    -Venimos a ver al Jefe de Estado y a los senadores, venimos de parte del Remanente Imperial para rendir cuentas sobre las campañas de limpieza en la Galaxia- dijo Pitithious alzando la mano en un intento de aturdirlos con la Fuerza
    -Bien, pueden pasar- dijo el guardián jefe

    Cruzado el umbral, la Legión fue dividiéndose en grupos para ir cubriendo los distintos sectores del edificio, e inclusive entraban a las oficinas de los senadores a quienes les impidieron salir del lugar. Pitithious circulaba por todo el edificio seguido por los soldados, y teniendo todo cubierto fue directamente a la oficina principal perteneciente al Jefe de Estado, donde el Gran Señor Oscuro de los Sith se adentró a la oficina y sus hombres rodearon el lugar estando cerca de los guardias senatoriales e incluso del mismo jefe, Cal Omas.

    -Buenas noches Jefe Omas, es un honor presentarme ante usted en esta oficina- se presentó Pitithious
    -¿Quién es usted y qué quiere?- Se levantó de su asiento el Jefe de Estado
    -¡Oh! Que modales los míos- dijo el sith mientras se quitó la capucha- Soy Darth Pitithious y vengo a realizar un golpe de estado para tomar posesión del gobierno
    -¿Un sith? No dejaré que esta republica vuelva a caer en manos de ustedes de nuevo- dijo enérgico Omas
    -Lo siento mucho, pero esto no es negociable, o me da el mando, o muere- le amenazó el Gran Señor Oscuro
    -Yo no entraré en su juego, prefiero morir defendiendo la libertad de la Galaxia que vivir en el sometimiento- enfatizó el Jefe de Estado

    Pitithious sacó de su cinturón el sable de luz y lo encendió en dirección a Omas, quien se mostraba temeroso aunque mantenía firmemente su posición de no dar su brazo a torcer, y al ver esa reacción, el sith decidió hacer uso de la Fuerza para corromper la mente del Jefe de Estado y obligarlo a entregar el mando.

    -Vas a entregarme el mando sin cuestionamiento alguno, llamaras a los senadores a reunión, comunicará su renuncia del mando y me lo otorgará a mi
    -Le entregaré el mando sin cuestionamiento, llamaré a los senadores a reunión, comunicaré mi renuncia y se lo otorgaré a usted- respondió forzado el Jefe Omas

    El sith prendió su holocomunicador y les habló a todos los soldados dándoles la orden de asesinar a todos los guardias senatoriales y dar de baja a todos los senadores que se resistan a obedecer sus órdenes. Después el Jefe Omas abrió su frecuencia y se comunicó con los senadores avisándoles que debían presentarse a la sala de reuniones para entregar un último comunicado antes de entregar el mando.

    Todos los senadores salieron de sus oficinas custodiados por los hombres de la Legión, asustados tras haber presenciado la muerte de los guardias, y en lo que se juntaban camino a la sala trataban de ver que situación era la que había. Llegando a sus plataformas, el jefe Omas salió en escena en conjunto con Darth Pitithious y dos soldados de la Legión.

    -Buenas noches senadores aquí presentes- saludó Cal-. Me dirijo a ustedes en el deber de comunicarles que hace unos instantes he decidido entregar el mando del gobierno ante las circunstancias de asegurar a la Galaxia de un peligro aún mayor que es la de la corrupción. Es por eso que se la entregaré al señor Pitithious, originario de Naboo y quien se ha ofrecido a realizar la tarea de reorganizar nuestro gobierno. Ahora daré la palabra al actual gobernante
    -Senadores de la Alianza Galáctica, soy el Gran Señor Oscuro de los Sith Darth Pitithious, líder y representante de la Orden Sith, y esta noche he venido en son de ejecutar un golpe de estado para convertir a esta Galaxia en lo que fue hace ciento sesenta y dos años. A partir de hoy la Federación Galáctica de Alianzas Libres quedará aislada del mando de forma definitiva y en su reemplazo la Galaxia será reorganizado en el primer Imperio Galáctico de los Sith- ante esto todos los senadores empezaron a abuchear y hacer alarde en contra del nuevo gobierno, mientras Darth Pitithious daba la orden al oficial de mando para que los soldados apuntaran sus armas a los senadores para obligarlos a callarse antes de ser ejecutados- Quienes se opongan al dictamen imperial serán asesinados en la brevedad, y la Galaxia deberá inclinarse ante los señores del Lado Oscuro de la Fuerza, y más aún, de la voz, ojos y oídos del antiguo Emperador Palpatine

    Ante esto, los representantes del Remanente Imperial y la Ascendencia Chiss se alzaron aplaudiendo a las palabras del sith tras escuchar nuevamente el nombre de su antiguo Emperador Galáctico, mientras que los miembros de la Federación Galáctica de Alianzas Libres, la Nueva Orden Jedi  y el Consorcio Hapes respondían con abucheos que eran ensordecidos y acallados por sus ahora ex aliados con quienes habían compartido camaradería en la lucha contra los yuuzhan vong.

    A partir de entonces, la Galaxia quedó completamente dividida, por una parte el naciente Imperio Galáctico Sith y la Alianza Galáctica que desde la instauración de los imperiales empezó una dura campaña para recuperar el control, el orden y la paz.


    Última edición por Darth_Pitithious el Mar 09 Jul 2013, 01:28, editado 4 veces
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 05 Jul 2013, 01:14

    Episodio VII:
    Amigos y enemigos


    Durante los primeros dos meses, Coruscant sufrió la transformación más grande que haya visto desde la invasión vong. Todas las banderas de la Alianza fueron sacadas de las astas y en pilas fueron quemadas, los edificios emblemáticos debieron ser destruidos por completo, las estatuas demolidas y reemplazadas por figuras del antiguo Imperio Galáctico, principalmente de Palpatine, Darth Vader y el Grand Moff Tarkin, quienes para Darth Pitithious eran los iconos ideológicos más importantes de su gobierno. Además de ello, eliminó de forma inmediata la constitución vigente y estableció su propia carta fundamental oral conocida como el Código Reglamentario Constitucional del Nuevo Orden. Pitithious era entonces Emperador Galáctico y Supremo Comandante de la Armada Imperial, dirigiendo la cúpula ejecutiva.

    A mediados del segundo mes del año, Darth Pitithious comenzó una poderosa campaña militar con la cual fue abordando una serie de sistemas, comenzando primero por Utapau y Tatooine donde solo se firmaron tratados de unión entre estos y el Imperio sin haber tenido que recurrir a las armas. Así mismo, Nal Hutta, el hogar del Imperio Hutt, donde estos zánganos prefirieron sacarse de encima a los miembros de la Alianza que usaban sus rutas para mantener contacto con las unidades ubicadas en el Borde Exterior, y de paso poder liberar un poco su tráfico ya que les tomó mucho el encontrar una forma segura de mover sus mercancías y así evadir la fiscalización policial.

    Por otra parte, ya a finales del segundo mes, Darth Pitithious tuvo que volver a la escuela, pero su regreso se vio algo cambiado tras conocer a una dulce muchacha llamada Jen Orell, quien había emigrado junto a su familia de la turbulenta Nueva Alderaan buscando un lugar más tranquilo. Aquel día significaría mucho para el joven, ya que se enamoró profundamente de ella, y tras conocerse formaron cierto vínculo amistoso muy peculiar. Fue entonces que al momento en que Pitithious y Jen se despidieron al terminar la jornada de clases, el sith besó su mejilla y en su mente pudo ver toda su vida en segundos, lo cual le produjo una poderosa confusión….

    En sus meditaciones, Pitithious se contacto con su maestro, con quien discutió la situación que se estaba presentando.

    -Hay un gran disturbio en la Fuerza, lord Pitithious- se presentó el Señor Oscuro
    -Así es maestro, tal parece que he encontrado a un nuevo aliado para nuestra Orden- dijo Darth Pitithious
    -Son tiempos muy cambiantes, Ahora que hemos creado el Imperio, los jedis querrán buscar aliados junto con los rebeldes que huyen de nuestro puño… Debemos cazar más sensibles y volverlos de nuestra parte… - advirtió Darth Sidious
    -Solo es cosa de tiempo para que la Orden Jedi  empiece a colapsar y acabe extinguiéndose definitivamente, aunque ahora último se les ha hecho mas difícil el poder reclutar younglings para entrenar nuevas generaciones- aseguró Pitithious
    -Ahora que tenemos el control del gobierno, debes empezar a buscar sensibles y entrenarlos en el Lado Oscuro, volverlos Inquisidores y con su ayuda deberás buscar sensibles y así crearemos una horda de sith con los cuales cazaremos a quienes se atrevan a desafiarnos… Es nuestra era- dijo Sidious
    -Hoy he encontrado a una joven muy peculiar, emigrada de Nueva Alderaan, parece ocultar algo en su jovial existencia que nadie lo ha notado más que yo- le comentó el Heredero
    -¿Una joven?... ¿No será que después de casi siete años hay algo del antiguo Pitithious que ha estado oculto en el anonimato de tu inconsciente? Ten cuidado mi joven heredero… Si ella tiene algo… Quizás sienta tu presencia y eso puede llamar la atención de alguien más- dijo el Señor Oscuro de los Sith
    -Si mi presentimiento es correcto, ella podría ser una aliada muy ponderosa para nosotros… Tal vez tenga que ver con la visión que tuve hace tres años- dijo Darth Pitithious
    -¿La visión?... Lord Pitithious debes prestarle mucha atención entonces… Si es que la visión se vuelve realidad, la Orden podría sufrir un cambio muy radical- dijo Darth Sidious
    -Así lo haré, maestro- dijo reverenciándose el Heredero Sith

    Darth Sidious desapareció tal como las otras veces. Era el inicio de un periodo muy peculiar para la Orden de los Sith, después de esta serie de sucesos, por fin el Señor Oscuro podría presenciar el cambio tan radical que la Galaxia sufriría después de un siglo la muerte del Emperador y del Elegido.

    Aquella visión de la que Pitithious hablaba era sobre el avistamiento de la llegada de una muchacha simple que cambiaría la vida del Gran Señor Oscuro al enamorarlo con su encantadora voz y su presencia, con la cual transcurriendo el tiempo establecerían una potente conexión, siendo íntimos amigos, y el Gran Señor la defendería con todas sus fuerzas para protegerla como a una hermana de sangre, y en el descubrimiento de las mentiras que la rodeaban por parte de sus amigos, la muchacha se refugiaría en los brazos de él, volviéndose al Lado Oscuro de la Fuerza recibiendo el nombre de Darth Briend. Este hecho le había causado mucha curiosidad, y más aún con lo ocurrido al conocer a Jen… ¿Seria ella la muchacha de la visión? Era la interrogante del Heredero Sith, quien tenía cierto miedo a que los jedis la descubriesen y que la hicieran volverse en su contra y perder su amistad. ¿Qué podía hacer para no perderla?

    Por otra parte, las campañas militares continuaban en activo en la Galaxia, siendo así la toma por vía militar del sistema Dantooine, teniendo el primer enfrentamiento con los jedi, a quienes las tropas de la Legión 66 pudieron neutralizar con destreza hasta el punto de hacerlos prisioneros y llevarlos con el Inquisidor Nuss, quien se encontraba en Yavin 4 para investigar los templos massassi y tratar de vencer a las fuerzas de la Alianza Galáctica que se encontraban allí. Era el primer enfrentamiento mas largo y difícil que tuvieron que enfrentar, considerando que los rebeldes ya conocían de tiempos muy anteriores sobre las ventajas geográficas que el selvático planeta ofrecía en los casos de un conflicto armado, pero para Nuss no fue complejo hallar la forma de entrampar a su enemigo en su propio juego y los venció con agilidad.

    Luego de esos duros enfrentamientos, y teniendo la oportunidad –dado por sus jornadas escolares-, el Emperador Darth Pitithious se dirigió al Palacio de Theed para firmar un tratado de alianza entre el sistema de Naboo y el Imperio Galáctico Sith, para lo cual tuvo que ir a una audiencia con la reina Katry para lograr el acuerdo. Aquel palacio nunca había sido visitado por un Emperador, ni siquiera por el mismo Palpatine luego de ser elegido Canciller ni cuando se autoproclamó Emperador, mas la única autoridad que lo había visitado fue la joven y hermosa senadora Padmé Amidala y el temido Inquisidor Malorum en los inicios del Imperio.

    -Buenas tardes mi lady, espero no interrumpir su apacible día gobernando este precioso planeta verde- saludo Pitithious al entrar a la sala principal y presentarse ante la reina
    -Buenas tardes Emperador, me alegra tener su joven visita por mi castillo. Me resulta curioso pensar que su familia no era de clase tan alta como para que usted llegara al trono galáctico y llegar a hacer lo que ya todos sabemos- dijo con cierto desinterés la reina
    -Entiendo su postura mi bella dama, pero a veces el destino muestra ciertos quiebres inesperados que pueden ser tanto para bien como para mal, y esta vez espero corregir lo que la Alianza tan ciegamente prefirió menospreciar- dijo defensivo el sith
    -No discuto su llegada, solo digo que es algo poco… común- dijo algo nerviosa Katry-. Pero bueno, tome asiento y dígame en qué le puedo ayudar su excelencia
    -Seamos honestos, usted bien sabe que no he venido para contemplar la belleza de este lugar, porque lo conozco tanto como mi propia casa. Esta vez he venido ante su presencia para negociar una alianza entre Naboo y el Imperio. Sus campos podrían ayudarnos mucho y además es un poderoso aliado que no quisiera perder, considerando que es mi hogar- dijo Pitithious mientras le obsequiaba una sonrisa a la reina
    -¿Qué ganaría yo y mi pueblo con unirnos al Imperio? Usted bien sabe todo lo que hemos pasado, nuestra larga historia ha estado lleno de sacrificios y duras situaciones que hemos tenido que enfrentar, incluso con la amenaza de los vong que dejaron muchos desastres que incluso aún no se han logrado reparar ni se conseguirán- dijo la reina, a lo que luego se levantó de su asiento y caminó por el salón-. Nuestro pueblo no ha podido sanar ciertas heridas, las rutas comerciales son cada vez más débiles y no tenemos como abastecernos más que con lo poco que producimos
    -Entiendo mi reina, tengo conocimiento en carne propia sobre lo que usted me dice, y es por eso que quiero que usted acepte el acuerdo y así nos permita ayudarles a mejorar la situación del sistema- dijo Pitithious-. Naboo es más que mi hogar, mis pocos años los he pasado aquí y me siento orgulloso de crecer en este verde sistema, solo acepte mi oferta y me encargaré de que reciban todo lo necesario para que vuelvan a potenciarse

    La reina Katry lo meditó con precaución, sabía las necesidades de su gente, pero encontraba arriesgado unirse a un gobierno tan autoritario como el Imperio, sabiendo las ventajas y desventajas que implican. Sin embargo ella tenía cierta simpatía por el Emperador en cuanto a su elocuente forma de tratarla y en como visualizaba el presente de Naboo, lo cual la hizo inclinarse a permitir que el planeta se uniera abiertamente al gobierno.

    -Emperador, si usted cumple con lo que dice, Naboo será gustosamente su aliado, pero créame que en lo personal no me gusta la idea de ser parte del Imperio- exclamo la reina
    -Reina Katry, le aseguro y le confío mi palabra de que este planeta no sufrirá problema alguno, mientras no nos fallen respecto al pacto que firmemos- le advirtió el Emperador
    -Tomaré su palabra esperando a que no me defraude- dijo segura Katry

    A los pocos días Naboo se convirtió en el nuevo aliado del Imperio, al igual como lo seria Mustafar, tras la conquista del volcánico planeta, misión que fue dirigida por el mismo Gran Señor Oscuro.

    Entrado el tercer mes del año, Jen y Pitithious se volvieron amigos luego de crear una confianza tan rápida y sincera que demostraba que ninguno de los dos tenia malas intenciones para con el otro, aunque Sidious mostraba cierta obsesión por saber que futuro les esperaba.
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 12 Jul 2013, 16:15

    Episodio VIII:
    Imperio en guerra


    Ya era el cuarto mes y el Imperio se expandía de forma rápida en la Galaxia. Ciertamente era un duro enemigo para la resistencia, el Senado había sido exterminado y en su reemplazo estaba La Orden, un grupo de fanáticos conservadores que apoyaban fielmente el dictamen de su Emperador y que repudiaban las practicas que la rebelión profesaba. El poder judicial fue entregado al mando del Consejo de Antaño, la cual distribuyó una serie de Cortes Regionales en cada sistema que controlaban. La economía fue reformada y se estableció un sistema reservista, con la cual intentaban reunir suficientes fondos para que las corporaciones más grandes pudieran mantener potenciado al Imperio tanto económica, política, como militarmente, lo cual era fiscalizado por el Banco Imperial y sus Centros de Finanzas. Políticamente, el Emperador se hizo de una serie de consejeros, y reunió a las autoridades imperiales en una comitiva llamada Círculo Interno Imperial –nombre que tomó de la antigua agrupación que existió en el Imperio-, y para la representación de los planetas se creó la Liga Galáctica Imperial, donde se reunían los ex senadores y bajo el titulo de representantes mostraban los problemas y mejoras que cada sistema de la Galaxia tenía.

    Para más suerte, el antiguo Palacio Imperial –que fue mandado a reparar por Pitithious desde que asumió el poder-, había sido terminado con rapidez e inaugurado a mediados del tercer mes en lo que se presentó la bandera imperial con lo cual se oficializó la proclamación y así se convirtió nuevamente en uno de los edificios emblemáticos más importantes y grandes de Coruscant. Y más aún la carta fundamental que el Emperador estableció en reemplazo de la que tuvo la Alianza empezó a sufrir sus primeras modificaciones, tomando como base la Carta Imperial del gobierno de Palpatine.

    En la segunda mitad del tercer mes los rebeldes se infiltraron en Utapau y las fuerzas imperiales tuvieron que expulsarlas, lo cual provocó que mucha población perdiera sus hogares e incluso sufrir un golpe de estado efectuado por el Inquisidor Nuss para evitar que los rebeldes les arrebataran el sistema. Todo un día de enfrentamientos hasta que capturaron al Segundo Lugarteniente Ferm Zambras y las fuerzas rebeldes tuvieron que rendirse inmediatamente, siendo después fusilados en breve. En otro lado de la Galaxia, Raxus Prime cayó en manos imperiales y Naboo fue víctima de una cruenta batalla ante el ingreso de los rebeldes al sistema tratando de sitiar Theed, lo cual fue evitado por el mismo Emperador, quien por primera vez usó todos sus poderes sith además de su mortífero sable rojo, con lo cual asesinó a cientos de sus enemigos y logró recuperar el control de su hogar.

    Mustafar sufrió una limpieza tras el alzamiento de armas de los obreros, para lo cual Nuss tuvo que usar su fiereza y mandó a encarcelar a los obreros y azotarlos hasta que aprendieran a obedecer. Después Geonosis fue el nuevo campo de batalla tras la resistencia de los geonosianos y terminaron cediendo tras la captura de los líderes de las colonias.

    Toydaria fue víctima de enfrentamientos tras la expulsión de los rebeldes y lograr establecer una alianza con el rey Kalius, mientras que Zaloriis y Eriadu sufrieron una batalla campal ante el intento de los rebeldes por arrancarlos de las manos imperiales. Entretanto el Imperio sufrió la primera humillación en Sullust ante la firme oposición de los sullustianos que lograron expulsar a los imperiales

    A finales de la primera mitad del cuarto mes el Imperio se había fortalecido mucho, la economía estaba aprovechando una favorable bonanza, y las tropas incrementaban en número. El Emperador estaba muy atento a la actividad del gobierno y a la vez de su querida amiga Jen, amistad que se fortalecía cada vez más, hasta el punto de estar familiarizados. La guerra si bien afectaba un poco al verde planeta, Pitithious se encargó personalmente de enviar toda una flota para rodear el sistema y crear un bloqueo en los casos que los rebeldes se presentaran nuevamente. Los gungan eran los únicos que se mantenían aislados del control imperial ya que los jefes no quisieron involucrarse en lo que pasaba en la superficie.

    Pese a ello, los rebeldes simpatizaron demasiado con los gungan y después se infiltraron en Mustafar para ir ayudando secretamente a los obreros para alzarse con más fuerza contra sus empleadores. Con el tiempo los obreros se hicieron con armas y ya acercándose el fin de la mitad del cuarto mes, los obreros se alzaron en armas y vencieron a los empleadores y los asesinaron, y después se fueron en una flota a Duro, donde se reunieron con la flota de gungans que lograron salir de Naboo, y una vez bien organizados se dirigieron a Coruscant y destruyeron la flota medianamente potente que protegía el sistema y se adentraron en las ciudades, tomando el control del Senado Galáctico y vencieron a la Legión 66 sin mucho esfuerzo.

    Las noticias del sitio de Coruscant llegaron a los oídos del Emperador, quien desde Naboo partió con una flota y liberó la Capital Imperial, pero no logró evitar la caída de la defensa principal y el desplome económico tras el robo de más de catorce millones de créditos imperiales que los rebeldes extrajeron al asaltar el Banco Imperial. Los rebeldes con los gungan y los ex esclavos escaparon y se dirigieron a Mustafar, siendo perseguidos por el Emperador y esperados por una flota dirigida al mando del Inquisidor Nuss, teniendo una reñida batalla orbital que le dio la victoria a los imperiales. Los gungan escaparon a Naboo y se regresaron a sus hogares, pero su llegada fue recibida por fuerzas enviadas por la reina Katry, quienes los tomaron prisioneros de guerra y los entregaron al Inquisidor Nuss, quien los traslado a Mustafar para esclavizarlos y así hacerlos trabajar en la extracción de materias primas para la preparación del Ejército Imperial.

    La Orden empezó a criticar las acciones del Emperador ante la confianza que tuvo respecto a la defensa de Coruscant y más aún de haber permitido que la rebelión consiguiera sitiar algunas ciudades de la capital, ante lo cual el Emperador declaró enérgicamente la guerra contra la rebelión, dando inicio así a la Guerra Galáctica-Imperial.


    Última edición por Darth_Pitithious el Vie 12 Jul 2013, 16:27, editado 1 vez
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 12 Jul 2013, 16:23

    Episodio IX:
    La Hermandad de las Sombras


    Dos días después de declarar la guerra, Darth Pitithious, como todos los cinco días de la semana, fue a la escuela en Naboo y seguía reuniéndose con su querida amiga Jen, con quien ya habiendo transcurrido más de un mes de amistad se pronunciaron simbólicamente como “hermanos”.

    Darth Sidious estaba sorprendido. Nunca pensó que su aprendiz pudiera acercarse tanto a la muchacha, la atracción que se tenían era muy potente y la confianza que se depositaban era entera y ciega, demostrándose fidelidad y sin intenciones oscuras detrás de aquella unión. Sin embargo le inquietaba que Pitithious tratara de tener una creación a través de la Fuerza, esto debido a que el Gran Señor Oscuro había fortalecido sus habilidades como el de Velocidad de la Fuerza, Oído de la Fuerza, Fantasma de la Fuerza e incluso la destructiva Consumir Fuerza, y tras un largo tiempo practicando fue consiguiendo usar la habilidad de Herencia de la Fuerza, un poder que nunca ningún sensible de la Fuerza, fuera jedi o sith, ha conseguido utilizar. Ni el mismo Sidious, en su periodo de entrenamiento con el legendario Darth Plagueis supo de aquel poder, y eso que su maestro tenía la asombrosa habilidad de manipular los midiclorianos y posiblemente haya creado vida tal como se creía. Muchos poderes desconocidos para los jedi o para los sith nunca habían sido conseguidos. No se sabe si los primitivos rakata o los miembros de la especie sith –previo a la llegada de los jedi oscuros- sabían de estas habilidades. Era un rotundo misterio, que ya después de miles de años fuera destapado por los sensibles actuales que estaban interesados en potenciarse lo suficiente contra su enemigo.

    Herencia de la Fuerza consistía en controlar sus propios midiclorianos y clonarlos con tal de traspasárselos a otra persona por medio de contacto físico, fuera un beso, apretón de manos o un toque. Pitithious había visto que su amiga Jen contaba con unos diez mil midiclorianos, lo suficiente como para ser entrenada en la Fuerza, y aunque quizás la muchacha sabia de su sensibilidad, no le prestaba mayor atención.

    Transcurridos los días, Jen y Pitithious seguían muy unidos en la escuela, pero por causas muy curiosas ninguno de los dos se visitaban en sus casas. Si bien Pitithious no podía hacerlo debido a sus ocupaciones gubernamentales y militares que le ocupaban la mayor parte del tiempo que tenia después de los estudios, Jen no tenía muchas razones para no poder invitarlo. Pitithious tenía mucha curiosidad por poder ir a su casa, y con el tiempo se dio cuenta que Jen no podía hacerlo ya que sus padres no admitían visitas a la casa y menos con los asuntos de la guerra, ya que el padre de la muchacha, Rex Orell, era un ex soldado retirado luego de las campañas de la guerra contra los yuuzhan vong y era muy partidario del Imperio pese a haber servido a la Alianza, por lo que prefería evitar tener visitas a la casa para evitar molestas discusiones sobre política.

    Ante todo esto, Sidious decidió buscar las almas de algunos sith, para lo cual fue a Korriban, donde a través de un conjuro logró despertar las almas de Darth Plagueis y Darth Bane.

    -¿Quién se atreve a profanar mi sueño?- dijo Darth Bane
    -Maestro Bane, me presento ante su presencia con la intención de buscar su consejo- dijo Sidious mientras se inclinaba ante la presencia
    -¿Sidious? ¿Después de más de un siglo de haberme matado te atreves a venir aquí y buscarme? Desgraciado, sinvergüenza, no mereces estar aquí en Korriban, ni menos debiera de estar tu alma vagando en la Galaxia- dijo Darth Plagueis, muy molesto al ver a su antiguo aprendiz
    -Siento mucho haberlos despertado de sus tumbas, amigos míos, pero he venido para ver qué hacer con mi nuevo aprendiz, un muerto viviente que he entrenado desde hace casi siete años y que se ha vuelto más fuerte que el mismo Elegido, con un poder inigualable y que ha incrementado con creces y que ha vengado a nuestra Orden y ha creado un Imperio Sith en la Galaxia, pero es algo llevado en sus ideas y temo que vaya a un camino distinto al que he planeado- les explico Sidious
    -Te dije que no sería fácil, Lord Sidious… Las profecías han sido leídas con cuidado y han dado resultados increíbles… Tu nuevo aprendiz ha hecho lo que tú no pudiste hacer, aun cuando la situación es anormal considerando que apenas tiene quince años con una mentalidad y cuerpo de sesenta dado por su consumo al ser un adepto del Lado Oscuro, aunque prefiero este nuevo aliado en comparación con el hereje de Darth Krayt que tan solo ha desequilibrado nuestro legado- dijo Bane
    -Si queremos mantener nuestra Orden tal como lo tuvimos en los inicios, Pitithious debe destruir los residuos sith que andan vagando en la Galaxia y traer un nuevo orden para los sith- ordenó Darth bane
    -Estoy de acuerdo con la idea del maestro… Sidious, no nos falles, o esta vez, serás tú el que se extinguirá completamente de la faz galáctica y universal- advirtió Plagueis
    -No se preocupe maestro, esta vez venceremos- dijo seguro Sidious
    Sidious buscó a su aprendiz en Coruscant, quien había logrado recuperar el control de la capital y perseguir a los rebeldes que escaparon fuera del sistema y se desaparecieron por un tiempo.
    -Lord Pitithious- le susurró en la mente a su aprendiz
    -¿Cuál es su voluntad maestro?- dijo el heredero
    -Necesito que en lo que dirijas las campañas contra la rebelión busques residuos sith y los elimines por completo, he hablado con los espíritus de los sith más antiguos y me han dicho que debemos destruir a los adeptos de Darth Krayt para después empezar a crear una reforma en la orden… Es tu deber hacerlo para limpiar nuestro linaje- le ordenó el Señor Oscuro
    -Como ordenes, maestro- dijo Darth Pitithious
    -Paciencia amigo, con el tiempo lograremos fortalecernos de tal manera que podremos gobernar la Galaxia de forma definitiva e inmortal… Los sith gobernaremos para siempre…- dijo Sidious en lo que se esfumó tras soltar su risa tétrica

    Días después de haberse declarado hermanos, Jen conoció a Francy en una excursión que había organizado la escuela para visitar el antiguo laboratorio donde el doctor Vindi había recreado el virus sombra azul durante las Guerras Clon. Fue tanta la simpatía que tuvieron que se declararon primas de palabra, y por consiguiente, Pitithious se convirtió en prima de palabra de su antigua amiga y hermano de su querida Jen.
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 12 Jul 2013, 16:33

    Episodio X:
    Galaxia en llamas


    La guerra fue extendiéndose a lo largo y ancho de la galaxia, y entre más sistemas trataban estaban alejados del conflicto, más rápido terminaban siendo convertidos en los campos de batalla. Darth Pitithious desplegaba con astucia a sus tropas que en cosa de días fue reestructurado con tal de poder defender los sistemas que estaban unidos al Imperio y de paso unir más sistemas y mantener debilitada a la rebelión

    Naboo fue nuevamente el centro del conflicto tras el regreso a la superficie de los gungan, quienes no se rendían y estaban dispuestos a luchar con tal de no permitir que sus ciudades en el sub-mundo cayeran en las manos del yugo imperial. Junto con ello, se agregaban los sistemas de Bakura, Nueva Alderaan, Toydaria, Glee Anselm y algunos sectores de Tatooine. Entre todo el movimiento, Nuss capturó contactos importantes de Bakura, Glee Anselm, Mandalore, y algunos mercenarios de Mos Eisley en Tatooine, mientras el Emperador lograba firmar un acto de alianza con Mustafar y firmó un pacto de ayuda mutua con una de los principales líderes de Kuat y firmó un contrato con los astilleros más importantes del sistema.

    A mediados del quinto mes, Utapau nuevamente recibió la llegada de los rebeldes y un nuevo y potente enfrentamiento entre las fuerzas imperiales, pero esta vez los utapanos ayudaron a expulsar a los rebeldes ya que vieron que al final les convenía que el Imperio los tuviera bajo su gobierno y debían pagarle la deuda por la protección que recibían…

    Las batallas se extendieron en los planetas imperiales y los rebeldes fueron perdiendo credibilidad tan rápido como se debilitaba ante la Armada Imperial y más aún de la reforzada Legión 66 al mando de Darth Pitithious. Entre los últimos enfrentamientos sucedió la toma imperial de Mon Calamari, donde el Emperador esclavizó a los mon calamarinos. Tras ocurrido un mes desde el inicio de la guerra, la rebelión se dio por vencida de forma definitiva, y el Imperio se declaro como el flamante vencedor. Caravanas, fuegos artificiales, y una serie de ceremonias ocurrieron en honor a la Armada, a los líderes imperiales, y sobre todo de su Emperador, a quien veían como un héroe y redentor de la ceguedad que la antigua Federación de Alianzas Libres había creado en su periodo de gobierno. El Imperio ya había logrado conquistar alrededor de veintiséis sistemas, entre los cuales los más importantes eran Nal Hutta, Mustafar, Manaan, Malachor 5, Mandalore, Ruusan, Mon Calamari, Naboo, Mygeeto, Iridonia, Utapau, Cato Neimoidia, Sullust, Glee Anselm, Corellia, Abregado-Rae, Kuat, Bakura, Christophsis, Alzoc 3, Emperatriz Teta, Eriadu, Yavin 4, Dantooine y Ossus… Pero no era suficiente… El Emperador veía la necesidad de controlar más sistemas, y en su idea decidió que debía enfrentar a un viejo enemigo que Naboo tenía en la Galaxia: Nueva Alderaan y Trandosha

    A las horas de haber elegido el objetivo, Darth Pitithious envió a la Gran Visir Pate Koh, quien con una flota de cruceros clase Venator se dirigió a Nueva Alderaan y destruyó el bloqueo que los mismos habitantes habían posicionado en la órbita del sistema en respuesta de oposición contra el Imperio, demostrando su simpatía por la Alianza. La flota de Koh llegó al sistema y salió del hiperespacio, encontrándose inmediatamente con la flota de la resistencia y lanzando los primeros cañonazos dando el inicio a la batalla orbital, láser de varios colores cruzaban el espacio y una serie de explosiones chocaban distintas partes de los cruceros de ambos bandos, mientras el Titanium –el crucero desde donde Koh dirigía la flota imperial- se acercaba a la órbita para luego bombardear los cruceros enemigos por la parte trasera y colapsar los motores.

    -Concentren el fuego en los motores traseros- ordenaba la Gran Visir
    -Mi señora considere que al cruzar la flota de resistencia podemos sufrir una serie de impactos- le advirtió el comandante
    -Lo tengo considerado, pero para lograr detener sus maquinarias debemos destruir los motores- dijo Koh
    -Comandante dos cañones ya fueron destruidos- informaba uno de los soldados
    -Mantengan los cañones a fuego máximo, no desistan- ordenó el comandante

    El Titanium se acercaba a la zona más peligrosa ya que estaba pasando por la zona de fuego directo de la flota de resistencia, sufriendo los primeros impactos en el casco, por lo que los oficiales tuvieron que mandar a maximizar el poder en los escudos delanteros. Entretanto los cruceros imperiales habían conseguido derribar dos cruceros de la resistencia y tomaron posiciones de acercamiento para afrontar directamente la flota enemiga. En eso un oficial de cubierta se acercó a la Gran Visir y le informó que el Emperador solicitaba un informe de progreso.

    -Lord Pitithious hemos logrado destruir dos cruceros de la resistencia y he mandado a acercar el Titanium a la parte trasera de la flota para destruir los motores y así detener el avance y movimiento de la resistencia- dijo Koh
    -Considere que la resistencia es de cuidado, si los rebeldes envían una flota de apoyo estarás perdida y deberás irte rápidamente antes de que la flota quede destruida…- ordenó Pitithious en lo que la transmisión se cortó

    Koh se dirigió al puente y buscó al comandante para preguntar qué es lo que sucedía.

    -Comandante Yure ¿Qué sucede?- preguntó la Gran Visir
    -Tal parece que han bloqueado nuestras comunicaciones mi señora- le informó el comandante

    En eso el Titanium se sacudió con violencia, lo cual fue una reacción posterior a un potente y certero disparo a la base del puente, a la vez que un crucero de la resistencia estaba todo incendiado y se dirigía derecho hacia un crucero imperial, pero no se concretó ante la poderosa explosión de los motores y la rotura del puente, terminando inclinándose hacia el planeta dispuesto a caer con velocidad, y llegado a la atmósfera, el roce incendió los restos y se envolvió en llamas hasta el grado de reventar y pulverizarse.

    Ya tan solo quedaban tres cruceros de la resistencia y siete cruceros imperiales mas el Titanium, el cual ya cobró su primera víctima al destruir los motores de un crucero y destruir el puente de otro. En eso uno de los cruceros imperiales disparó un rayo de tracción hacia un navío de la resistencia y destruyó sus cañones y motores dejándolo inmóvil e indefenso.

    -Concentren el fuego en los cruceros restantes, no dejen nada sin destruir- dijo enérgico el comandante del Yure
    -A la orden comandante - respondió uno de los soldados

    La flota imperial maximizo el fuego y destruyó la resistencia de forma definitiva, dando por claro la victoria. A las horas de la victoria, una flota rebelde cruzó el hiperespacio y al llegar a la órbita de Nueva Alderaan lo hizo abriendo fuego inmediato a la flota imperial, destruyéndola por completo, mas el Titanium logró salir salvo de aquel trágico final y se fue directo a Coruscant

    Pate Koh descendió en una lambda hacia Coruscant y en lo que llegó a la plataforma de aterrizaje en el Palacio Imperial fue escoltada por una guardia de bienvenida hasta la Sala del Trono, donde en la entrada habían dos sillones uno a cada lado, seguido por un cuarto en forma circular con una fila de pilares que se separaban por estatuas de distintos personajes distinguidos del Imperio Galáctico de Palpatine, donde al frente se encontraba una silla rotatoria contemplando directamente un inmenso ventanal en circulo con separaciones. La silla rotó unos pocos grados y se veía una pequeña silueta del Emperador Sith.

    -Emperador, he venido tan rápido como usted me llamó. Lamento informarle que…- decía Koh pero fue interrumpida ante un ahogo fuerte que sintió en el cuello, ante lo cual cayó de rodillas al suelo mirando fijamente al Emperador
    -Te dije que tuvieras cuidado, me haz decepcionado mucho Koh. Te creía muy capaz de dirigir tal misión, pero veo que me equivoque contigo, eres muy poco inteligente para dirigir una flota en el campo de batalla- decía furioso Pitithious mientras usaba la Fuerza para ahorcarla, y en lo que llegó frente a ella dejó de ahorcarla y ella se arrojo al suelo tosiendo con desesperación
    -Lo tenía todo bajo control, pero esos escurridizos rebeldes llegaron y nos bombardearon por sorpresa- dijo la Gran Visir

    Pitithious volteó hacia el ventanal mientras Koh se levantaba y se sacudía el pantalón y se arreglaba el moño que se le desordenó un poco.

    -Le prometo mi lord que no fallaré para la próxima, pero necesito más apoyo, los astilleros están muy lentos construyendo cruceros y los que tenemos están ocupados defendiendo nuestras instalaciones en los planetas que hemos conquistado- advirtió la Gran Visir
    -Esta bien, te estimo mucho Koh y confió en tus habilidades, por lo mismo te perdono esta falta, pero espero no vuelvas a fallar, porque sino sufrirás y es en serio- dijo Pitithious
    -Gracias Emperador- le agradeció la Gran Visir
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 12 Jul 2013, 16:39

    Episodio XI:
    Perdición


    Toda la galaxia estaba en conocimiento de la situación emergida tras la batalla en Nueva Alderaan, las noticias de la victoria imperial sobre la resistencia y la derrota sufrida a manos de los rebeldes fue lo más criticado a través de la holored, tanto por partidistas del Imperio como de la Alianza. Cal Omas, dirigente de la facción rebelde, estaba muy asustado ante las acciones que el Emperador estaba ejecutando. Aún tenía vivo el recuerdo de cuando el Gran Señor Oscuro se presentó ante él para realizar un golpe de estado y tomar control del gobierno, pese a que Pitithious presentaba tan solo quince años de edad, demostraba ser demasiado maduro, tanto que realmente hacia ver que tenia sesenta años encima y que se mantenía joven a través de algún conjuro o poder que usaba. Tanto Omas como los jedi sabían que algún día los sith se harían ver nuevamente y con mucha fuerza para tomar el control de la galaxia, aunque tuvieran que destruir sistemas y provocar la extinción de muchas razas en el peor de los casos.

    Hasta el momento la Alianza no tenia donde refugiarse, y ante la alarmante situación de que sus sistemas emblemáticos cayeron en manos imperiales tuvieron que refugiarse en los campos de asteroides y en algún sistema que los imperiales aún no consideraban mucho, tales como Geddes, Polis Massa, los asteroides Vergesso y Wayland. Los jedi por su parte se mantenían ocultos en Dagobah, aprovechando que llamaba muy poco la atención de los sith.

    Darth Sidious por su parte seguía frecuentando el sistema Korriban y sostuvo largos encuentros con Darth Plagueis y Darth Bane para poder ver que seria de la Orden Sith en el futuro, lo cual no era muy alentador, ya que veía que Pitithious dejaría el Lado oscuro  a causa de la redención que le traería una persona cercana, lo cual se estaba volviendo una verdadera amenaza para su linaje.

    Entretanto, Pitithious debió enfrentar nuevos campos de batalla, ya que debió dirigir personalmente la flota de 5 cruceros clase Victoria más un Súper Destructor – el Palpatine- camino a Trandosha, donde fácilmente venció un pequeño grupo de cruceros rebeldes y logro abrirse paso hacia el planeta. Cruzando los cielos del planeta, los cruceros desplegaron un gran escuadrón de naves de aterrizaje, y al llegar a tierra firme las tropas imperiales empezaron a tomar posiciones en varios sectores estratégicos del planeta.

    Al otro extremo de la galaxia, flotas imperiales se dirigieron a invadir Cato Neimoidia, Ruusan y Mandalore tras el ingreso de los rebeldes y el corte de las rutas comerciales de los sistemas, mientras se libraba la toma definitiva de Murkhana y Mon Calamari.

    Ya entrada la segunda mitad del sexto mes, Murkhana fue el centro de la batalla tras el regreso de los rebeldes al sistema, mientras que en Naboo los gungan reaparecieron y rodearon la capital de Theed amenazando con destruir la ciudad si la reina Katry no declaraba la separación del control imperial, para lo cual nuevamente los imperiales tuvieron que enfrentarlos y hacerlos huir a las ciudades acuáticas. Finalmente Murkhana fue liberado de las tropas rebeldes y la jefa del sistema, Emi Lev firmo un tratado de paz con el Emperador y se declaró como aliada del Imperio.

    Después de todos estos enfrentamientos, el Inquisidor Nuss fue enviado nuevamente a la acción, esta vez para tomar control de los sistemas Hypori, Betrayal, Krant y Byss, además de asegurar la toma de Eriadu y de Ossus que parecían alejarse del Imperio.

    Trandosha y Murkhana se alzaron nuevamente en armas contra el Imperio y se aliaron para combatirlo, ya que no deseaban formar parte del gobierno. Murkhana sobre todo era el más efervescente, ya que los pobladores protestaron duramente contra Emi Lev, a quien dieron caza para asesinarla, lo cual consiguieron tras asaltar el palacio, creando así una absoluta anarquía en el sistema. Tal clima alborotador tuvo que ser controlado por la Suprema Comandante de la Flota Imperial Maja Bujie en Trandosha, mientras que en Murkhana tuvo que hacerlo la Ejecutora Militar Virgy Gor, lo cual fue logrado con éxito días después.

    Nueva Alderaan, planeta que había sido abandonado a inicios del sexto mes por los imperiales, y que por tan turbulenta situación los rebeldes prefirieron no apropiarse, volvía a ser un nuevo campo de batalla, ya que el Inquisidor Nuss tuvo que tomar control del sistema de forma muy violenta, aprisionando millones de personas que se alzaron en su contra y trasladándolas inmediatamente a Mustafar, donde se estaba efectuando la construcción de una serie de cruceros de combate muy poderosos con cañones de iones, los cuales eran supervisados por el clon de Bevel Lemelisk, personaje que el mismo Sidious trató de preservar después de matarlo ante la destrucción de la primera Estrella de la Muerte, y que fue el encargado de crear los planos de las armas más destructivas del Imperio Galáctico.

    Otra arista se veía algo complicada, dado que Jen Orell aceptó ser la novia de un compañero de curso, Dieg Urbi, quien ya desde el cuarto mes habría estado tratando de conquistarla, mientras Pitithious estando en conocimiento de esto se mantuvo ajeno a la situación para ver si Dieg no le fallaría a su amiga o si tramaba algo entre manos. Sin embargo, el Gran Señor Oscuro sentía mucha rabia en el fondo ya que él amaba a Jen, pero dado su temor a perder su amistad, trauma que aún desde la tragedia amorosa no superaba sus miedos.

    Durante el tiempo del noviazgo, el Heredero Sith tomó sus propias riendas y descubrió la farsa de Dieg, a quien persiguió con la intención de ver si su amigo no estaba engañando a Jen, y al descubrir la confirmación de sus sospechas decidió callar para no dar a conocer sus sentimientos hacia Jen y que Dieg saliera con la idea de que su amigo tenia envidia.

    Transcurrida una semana, Jen se empezó a acercar mucho a Pitithious, ya que terminó con su novio y no tenia en quien confiar ya que perdió la mayoría de sus amistades por culpa de su ex. Era un periodo oscuro para los “hermanos” y Pitithious le reveló sus sospechas, las cuales su amiga también compartía pese a que lo vivieron en mundos muy distintos.

    -Pitithious me siento tan mal, tengo muchas dudas, y en el fondo se que Dieg me engañaba- dijo Jen dolorida
    -Te entiendo amiga. La verdad yo sospechaba de mucho tiempo antes sobre las intenciones de él, y la verdad debo admitir que durante tu noviazgo yo me di a la tarea de seguirlo en las ocasiones que podía y entre esas veces, la mayoría Dieg se iba con Sandy- le confesó el sith
    -¿Y por qué nunca me dijiste de eso?- preguntó extrañada la muchacha
    -Porque bien sabes tú que Dieg iba a tomarlo como que yo tenía envidia de ustedes y quería separarlos. Fue más por respeto a ti amiga y a tu vida personal porque yo solo quiero que seas feliz- le explicó Pitithious
    -Ay Pit, si hubieran tantos amigos iguales a ti. Gracias por tu consideración, pero ahora soy una pobre infeliz a la que todos ven como mala persona y poca cosa- dijo desconsolada Jen
    -Jen, yo te quiero mucho, somos hermanos y es mi deber ayudarte tanto en las buenas como en las malas. Puedes confiar en mí absolutamente- le aseguró el Heredero, quien después la abrazo y ella se puso a llorar entre la angustia y la felicidad

    En lo que ocurría esto, Sidious, Plagueis y Bane contemplaban la situación con mucha atención y discutían sobre lo ocurrido.

    -Sí que sabe ganarse la confianza de los demás tu aprendiz, Sidious. Lo ha entrenado bien- decía muy sorprendido Plagueis
    -En realidad Pitithious está profundamente enamorado de ella, pero me preocupa que eso lo desvié del camino al que le he conducido- dijo alarmante Sidious
    -Dudo mucho que eso ocurra. Pitithious sabe que Jen es muy esencial tanto para él como para los sith, tomando en cuenta que la sensibilidad de la muchacha podrá darnos mucha ventaja contra los jedi y los rebeldes- dijo Bane
    -¿Cree maestro que esa niña pueda equilibrar a los sith junto al Heredero? Yo no la veo apta- preguntó Plagueis
    -Lógico. Jen no ha sido entrenada en los caminos de la Fuerza, y obviamente no ha potenciado sus habilidades. Si Darth Pitithious la convierte en su creación y hace que surja la soñada Darth Briend, seguro tendremos el tablero a nuestro favor- dijo confiado Bane
    -Entonces es preciso que le diga al chico que prepare rápidamente el camino para que su amiga se una al Lado Oscuro- dijo Sidious
    -Ten mucho cuidado Sidious. De tu aprendiz depende el futuro de nuestro oscuro linaje, los Skywalker si bien han muerto, pero sus semillas han madurado y eso nos puede perjudicar si el muchacho no sabe avanzar correctamente- dijo Plagueis antes de desaparecer junto con Bane y dejan solo a Sidious
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 12 Jul 2013, 16:51

    Episodio XII:
    Decisiones trascendentales


    Toda la galaxia estaba en conocimiento de la situación emergida tras la batalla en Nueva Alderaan, las noticias de la victoria imperial sobre la resistencia y la derrota sufrida a manos de los rebeldes fue lo más criticado.

    Por otro lado, una buena parte de la rebelión había dirigido el fuego en Trandosha, donde en varias ocasiones lograron expulsar con éxito a las fuerzas lideradas por Maja Bujie, quien tuvo que ser reemplazada por Electra Gueris. Sin embargo sus esfuerzos no fueron suficientes ni siquiera al recibir apoyo del Remanente Imperial. La rebelión ofreció mucho apoyo a los trandoshanos, quienes realmente no deseaban el dominio imperial, y por tanto las batallas campales en el sistema fueron más sangrientas conforme transcurría la guerra.

    Tal era la situación, que el Emperador Darth Pitithious decidió ordenar la retirada de las tropas enviadas, dejando por un tiempo la turbulenta Trandosha en paz, mas esa tranquilidad se vio interrumpida tras la victoria en Nueva Alderaan, ya que el Emperador tomó la decisión de dirigir junto al Inquisidor Nuss una campaña para tomar el control de Trandosha, el segundo objetivo que tanto se persiguió durante la guerra.

    Ante tal decisión, Darth Pitithious y el Inquisidor Nuss partieron desde Coruscant con una flota de tres cruceros clase Victoria y dos cruceros clase Venator. Teniendo conocimiento de que los rebeldes no disponían de una flota para defender el sistema, al llegar a superficie deberían atacar directamente los cuarteles militares donde los trandoshanos aguardaban y custodiaban los diferentes sectores del planeta.

    -Lord Pitithious. ¿Cree que esta campaña resulte? Considere que los trandoshanos no están luchando solos, y los rebeldes han creado una efervescencia muy grande- dijo alarmante el Inquisidor
    -Entiendo tu inquietud, pero esta vez aseguraremos la victoria definitiva. Bujie y Gueris han hecho un excelente trabajo, con lo cual nos apoyaremos mucho y conseguiremos tomar el sistema- aclaró Pitithious
    -Esperemos a que resulte nuestro plan, pero si no resultara. ¿Tenemos algún apoyo alternativo?- preguntó Nuss
    -Bueno, la verdad no lo tengo considerado. He previsto que todo saldrá bien. Recuerda tu entrenamiento, Inquisidor- dijo el Emperador

    En efecto, Nuss era un originario de Ruusan, influenciado por la Fuerza ya que el joven vivía cerca del conocido Valle de los Jedi, un lugar mítico del sistema que tuvo fama durante ciertos periodos de la historia. Durante el periodo en que Pitithious buscaba adherentes a su causa previo a que surgiera el Imperio, encontró un joven luchador, apasionado y lleno de sed de poder. Fue así como el Gran Señor Oscuro lo tomó como su aprendiz luego del asesinato de Hip-hoperous, pero solo para combatir en ciertos casos, tal como Sidious se lo recomendó. Tras el surgimiento del Imperio, Pitithious lo nombró como Inquisidor, siendo uno de los mejores ejemplares y el más temido entre las autoridades imperiales en los campos de batalla.

    Acercándose a su objetivo, todos los cruceros salieron del hiperespacio y se adentraron en la atmósfera de Trandosha. Resultaba muy curioso que los trandoshanos simpatizaran tanto con la rebelión, siendo que por naturaleza eran simples trogloditas que odiaban profundamente a los wookies y les daban caza sin pensar en los líos en que se veía envuelto el resto de los planetas. Al momento en que llegaron a superficie, los cruceros aterrizaron y los soldados salieron enfilados junto con cañones, artillería pesada e incluso unidades especiales de exploración. Nuss ordenó a las unidades de exploración que investigaran en los alrededores y abrieran un perímetro seguro para levantar una base y emprender acciones invasoras, mientras que en otro sector el Emperador ya tomaba sus filas y marchaba directo a la base sur, la cual era el cuartel general de los rebeldes.

    Luego de establecer la base, Nuss se encaminó con sus tropas al mismo objetivo al que iba el Emperador, pero en su camino se encontró con las primeras filas rebeldes, los cuales le impedían el paso, ante lo cual abrió comunicación con Pitithious.

    -Lord Pitithious, me encuentro obstaculizado porque encontré rebeldes cerca de mi posición. No sé si logre llegar a tiempo según lo planeado
    -No te preocupes, Nuss. Todavía no llego al objetivo, así que mantente tranquilo y destruye a todos aquellos que te impiden avanzar- dijo el Emperador a través del holocomunicador
    -Así lo haré mi lord- respondió el Inquisidor

    Transcurrían las horas y el plan hallaba sus primeras trabas ante los sorpresivos encuentros con fuerzas rebeldes y trandoshanas. Caída la noche, las fuerzas imperiales lograban acercarse al cuartel general y ya cayendo la medianoche Darth Pitithious y el Inquisidor Nuss se encontraron y llegaron al cuartel general de Trandosha, el lugar donde estaba el grueso del ejercito del planeta. Las tropas rodearon la instalación y fueron tomando posesión inmediata de las entradas, tratando de evitar que los guardias los divisaran, y llegado el momento el Gran Señor Oscuro y el Inquisidor encendieron sus sables de luz y los soldados abrieron fuego a todo lo que veían a su paso. Las primeras filas rebeldes cayeron ante la sorpresiva entrada imperial, mientras que los soldados restantes trataban de resistir lo más que podían para proteger su cuartel, las alarmas sonaban chillonamente y la sangre corría sin cesar por el suelo que temblaba ante las caídas de los muros del emplazamiento. Trandoshanos luchaban salvajemente contra los imperiales, mas no lograban adjudicarse muchas victorias ante los lásers que les perforaban o el filo asesino de los sables de Pitithious o Nuss.

    La derrota rebelde se veía inminente, hasta que un potente y certero cañonazo destruyó dos andadores imperiales. Eran las fuerzas rebeldes de los demás cuarteles que llegaban ofreciendo su apoyo para combatir y dejar en claro que aún no estaba dicha la última palabra. Se acercaba ya el amanecer, pero el clima no se veía muy tranquilo ya que las fuerzas imperiales llevaban una considerable ventaja que les estaba dando la victoria. Al ver que ya no podían hacer nada mas, las tropas rebeldes y los pobres trandoshanos se rindieron tirando sus armas al suelo, los cuales fueron reunidos mientras las fuerzas restantes eran capturadas para luego fusilarlas, mientras que los trandoshanos eran encerrados en las mismas jaulas que ellos tenían para apresar a sus presas que traían de distintos sistemas para realizar sus juegos de cacería. Toda Trandosha cayó en las manos del Imperio.

    Ya terminaba el sexto mes del año, y el Imperio ya era visto como algo terrorífico por los sistemas que se mantenían ajenos a su gobierno. Para los habitantes era ya una cuestión de tiempo para que cayeran bajo el yugo de las fuerzas leales al Emperador Sith, el manto del Lado Oscuro  era muy rápido y codicioso, y como los jedi no se pronunciaban, parecía que los sith al fin habían logrado su ansiado objetivo.

    Mientras tanto, los miembros de La Orden se veían cada vez mas reprimidos ante la poca libertad que su líder les daba, esto ya que el Emperador empezaba a sentir que los poderes del Estado debían tener sus primeros cambios al ver que todo estaba a favor del gobierno, por lo que ordeno que entregaran el poder legislativo al ver la necesidad de reorganizar al Senado Galáctico de manera que sirva conforme al dictamen imperial. El Presidente del Consejo de Antaño, Mace Cooper, abrió una sesión extraordinaria en la cual los miembros emblemáticos de La Orden alegaron que era injusto que se les arrebataran el poder legislativo, y que además eran ellos quienes decidían cuando era el momento indicado en que
    debían abandonar los poderes que les fueron concedidos.

    Este acalorado panorama se mezclo con el nuevo alzamiento que protagonizaron los esclavos en Mustafar, quienes asesinaron a los capataces y tomaron las naves para salir hacia Coruscant e iniciar una serie de protestas armadas en contra del Emperador, pero se vieron retenidos por el bloqueo imperial en la capital, y fueron enviados de vuelta a su planeta-encierro.

    Alejado de estos intensos conflictos, Pitithious continuaba sus estudios en Naboo, donde esta vez empezaba a tomar decisiones muy importantes respecto a lo que haría por ganarse definitivamente el corazón de su amiga Jen, quien aún no se reponía de la engañadora relación, pero sus planes se vieron frustrados ante el acercamiento de las vacaciones, para lo cual, según le contó su amiga, ella viajaría con sus padres fuera de Naboo. Apenado por el futuro que se venía, Pitithious tuvo la desesperada intención de declararle su amor durante la convivencia de cierre, fecha cercana al día en que se cumplirían siete años exactos de su muerte en vida tras su relación con Veronia.

    -Que desgracia, se vienen las vacaciones y justo se acerca uno de los días más tristes para mí- dijo Pitithious con amargura
    -¿Por qué lo dices Pit?- preguntó sorprendida Jen al ver el poco entusiasmo de su amigo
    -Porque ese día se cumplen siete años exactos de mi “muerte en vida” por esa maldita relación con Veronia- dijo el sith
    -Pero tu bien dijiste, eso pasó hace mucho. Ya es tiempo de que debieras olvidar todo lo que te ha causado tanto dolor, debes romper las cadenas que te atan a ese pasado tan malo- dijo Jen tratando de consolarlo
    -¿Y cómo? Es curioso, tú vienes saliendo de una mala relación y resulta que ahora el sufrido soy yo- dijo irónico el joven
    -Es verdad, quizás no soy la indicada para aconsejarte en esto porque también lo estoy viviendo, pero tenemos algo en común. Yo quedé mal después de lo que me hizo Dieg, y más aún tras la distancia que tomaron mis amigo, de quienes descubrí que eran unos farsantes, pero hubo alguien que pese a todo no me dejó, y ese amigo es a quien quiero mucho porque es como un hermano para mí- dijo Jen mientras abrazaba a Pitithious-. Solo debes olvidar todas esas cosas malas y vivir ese día como cualquier otro, sal con tu familia, juega, distráete, disfruta ese día como uno cualquiera.
    -¿Qué haría sin ti hermanita? Te quiero mucho, y por eso es que no te he abandonado- dijo Pitithious a lo que después le dio un beso en la mejilla y le abrazó con ternura- Yo solo quiero lo mejor para ti, eres muy importante para mí

    Pitithious no quería que llegaran las vacaciones, le parecía mala idea estar lejos de Jen en un periodo tan miserable como el que estaban viviendo los dos. Jen con el sufrimiento del engaño, y el sith sufriendo por no poder decirle a su amiga que en realidad todo lo que hacía por ella era por. Sin embargo, las palabras de Jen llegaron al fondo de la oscura alma del Gran Señor Oscuro, haciendo despertar al antiguo Pitithious. Sidious sabía perfectamente que su aprendiz podría ser destruido por sí mismo al encontrar a una persona que realmente lo quisiera, lo cual le provocaba miedo y desconfianza, y por la misma razón le pedía a Darth Pitithious que influenciara a Jen para volverla al Lado Oscuro  aprovechando la sensibilidad de la muchacha. Pero el Heredero tenia sentimientos muy sinceros hacia Jen y no tenía intenciones de transformarla de acuerdo a lo que Sidious quería. Era la palabra del maestro contra la de su aprendiz.

    Para más desgracia, las vacaciones no tuvieron un comienzo muy tranquilo, dado que varios sistemas se unieron a la causa de Murkhana en su intento por liberarse del Imperio. La situación se acrecentó ante la alianza militar que hicieron en secreto, lo cual fue filtrado por Inteligencia. Duro, Nar Shadaa, Saleucami, Dathomir, Toydaria, Wayland, Neimoidia, Thyferra, Brentaal y Malastare se proclamaron como enemigos del Imperio y tomaron acciones defensivas de forma inmediata y comenzaron los primeros conflictos. Por otro lado los gungans volvieron a salir a la luz tras viajar a Mustafar y causar un nuevo alzamiento para así dirigirse a Coruscant y tomar control del sistema a favor de la rebelión. Las noticias del alzamiento llegaron al Emperador quien envió sus tropas para deshacer sus planes, teniendo un rotundo éxito. A los días, Virgy Gor se vio en la misión de dirigir las campañas en Mustafar, Iridonia, Utapau, Naboo y otros sistemas del Borde Exterior.

    Por otra parte, los miembros de La Orden nuevamente salieron a la luz ya que el Emperador envió una carta dictaminando el fin de sus derechos sobre el poder legislativo y que debían entregarlos a un Senado Imperial, hecho que despertó a los conservadores en un intento de realizar un Golpe de Estado tras dirigirse al Palacio Imperial a asesinarlo, pero fueron retenidos en breve. A los días La Orden tuvo que abandonar el poder legislativo al suspenderles sus derechos y el Gran Señor Oscuro creó un cuerpo provisional en su reemplazo, haciendo que el Consejo de Antaño fuera clausurado momentáneamente. Los miembros en protesta salieron de Coruscant y se dirigieron a Murkhana donde ofrecieron su ayuda a la rebelión y su conocimiento fue entregado a los murkhanos quienes fueron a atacar uno de los sistemas emblemáticos del Imperio, Kuat.

    Maja bujie, ante esta situación se dirigió al palacio Imperial a hablar con su amigo y jefe, Darth Pitithious.

    -Lord Pitithious- saludo Maja en lo que se inclinaba ante el Emperador
    -Suprema Comandante, es un placer verle aquí. Hace mucho que no se presentaba ante mí. Espero que sean buenas las noticias que trae- dijo el Emperador en lo que volteó en su silla para verla
    -Temo que esta vez no podrá ser mi lord. Los miembros de La Orden viajaron a Murkhana y están apoyando la causa rebelde. Justamente ahora se dirigieron a Kuat y están atacándolo duramente, nuestros astilleros pueden ser destruidos y no tenemos suficientes tropas allí- dijo alarmante la Suprema Comandante
    -Es crítico. Contacte a Virgy y a Electra, partiré con ellas a Murkhana para dirigir un bombardeo orbital en el sistema- dijo tajante el Emperador
    -¿Un bombardeo orbital? ¿No cree que será arriesgado? Considere que los rebeldes podrían reaccionar en nuestra contra y algunos otros sistemas se unirán con mayor razón a la causa- advirtió Maja
    -Tienes razón, pero si nos quedamos de brazos cruzados, perderemos el control de Kuat, perderemos los astilleros y el sistema podría quedar en la absoluta anarquía. Debemos terminar esto de raíz- reflexionó Pitithious
    -Solo espero que esto no nos cueste más de lo que ya nos ha costado- dijo Maja

    El Emperador salió con Maja de la sala principal y fueron en dirección al aeropuerto de Coruscant, donde Virgy y Electra se encontraban dirigiendo el ingreso de artillería y tropas a los cruceros. Al ver al Emperador junto a la Suprema Comandante acercarse les saludaron al unísono. Tras ser informadas de la misión, subieron inmediatamente a uno de los cruceros y partieron a Murkhana.

    Tras salir del hiperespacio se encontraron con un bloqueo rebelde de cinco fragatas junto a estaciones neimoidianas las cuales desplegaron una serie de cazas contra la flota imperial.

    -Nos estaban esperando al parecer- dijo Maja al ver el bloqueo
    -No te preocupes Maja. Comandante despliegue los cazas- ordenó el Emperador
    -A la orden señor- respondió el Comandante Miris a lo que después dio la orden de despliegue

    De los hangares salieron una serie de cazas TIE los cuales rápidamente combatieron contra los cazas rebeldes y neimoidianos. Entretanto la flota imperial se acercaba con velocidad abriendo fuego para poder abrir camino hasta el sistema.

    En el crucero Hydra, uno de los oficiales imperiales se acercaba al puente para informarle al Emperador que el clon de Bevel Lemelisk deseaba contactarse con él inmediatamente, y el Emperador ordenó que mantuvieran el crucero lo menos cerca de la flota rebelde para que se mantuviera la línea de comunicación. Pitithious se dirigió a su cuarto personal y abrió la transmisión

    -Doctor Lemelisk, que sorpresa saber que después de tanto tiempo se haya comunicado conmigo- le saludó el Emperador
    -Saludos su excelencia. Tengo el agrado de comunicarle que ya se logró terminar la construcción de uno de los prototipos de los cruceros de combate con cañón de iones incluido- le comunicó el científico
    -Excelente doctor. Justamente ahora estoy liderando una batalla en Murkhana, sería bueno que enviara el prototipo para probarlo- sugirióel Pitithious
    -En ese caso se lo enviaré en seguida junto con un crucero para custodiarlo hasta usted mi lord. Hasta pronto- dijo Lemelisk y cortó la transmisión

    El doctor Lemelisk se comunicó inmediatamente con el Comandante Isquier para darle la orden que dio el Emperador

    -Comandante Isquier necesito un crucero para custodiar la nueva arma a Murkhana- le ordenó el doctor
    -Doctor Lemelisk le alistare inmediatamente un crucero. ¿El arma de que tipo es?- preguntó el comandante
    -Es un crucero estelar con un cañón de iones incorporado en su estructura- especificó el doctor
    -Bien. Ahora mismo le tendré un crucero listo- aseguró el comandante y se cortó la transmisión

    Lemelisk envió un grupo de soldados imperiales al mando del Inquisidor Nuss para abordar el Perdición -que era el nombre del primer crucero de la serie Ionotor que lograron construir con éxito-, y en cuanto el equipo estaba en sus posiciones, encendieron los motores y el crucero llegó a la órbita del sistema y acompañado del Enjuiciador partieron inmediatamente a Murkhana.

    Mientras tanto en el lugar de los hechos, la flota rebelde mantenía firmemente sus posiciones sin dar signos de rendirse. El general Hanck observaba desde el puente del crucero comando, pendiente del actuar de los imperiales que iban ganando terreno de a poco. El crucero aun no recibía impactos pero se veía la aproximación del encuentro contra los escuadrones TIE que tenían el control de la batalla al lograr destruir la mayoría de las Ala X y los Ala Y que intentaban aproximarse a los cruceros. Se veía perdida la causa de la defensa de Murkhana, y el solo hecho de ver como sufrirían los habitantes bajo el yugo del Emperador le causaba cierto escalofrío, y con mayor razón no prefería dar pie atrás.

    -General Hanck, hemos examinado la batalla y creemos que es necesario movilizar los cruceros para cubrir un perímetro mayor y así combatiremos mejor a la flota imperial si es que usted sigue firme con la idea de no mover los cruceros para combate directo- le recomendó uno de los oficiales
    -Sigo pensando que los cruceros no deben moverse. La flota imperial parece aquietarse, y eso me causa cierta curiosidad- decía Hanck con cierto desconcierto
    -¿Cuáles son sus ordenes señor?- preguntó el oficial
    -Mantengan las posiciones, esperaremos el acercamiento de los cruceros y entonces comiencen las acciones evasivas para poder atacar con distancia prudente- ordenó el comandante

    Al otro lado de la batalla, el Emperador se reunió por holoconferencia con Electra, Virgy y Maja alrededor de una mesa con el holograma del campo de batalla para ver el avance del suceso y los posibles movimientos suponiendo la futura participación que tendría el arma del doctor Lemelisk.

    -En lo que llegue el crucero, la flota tendrá que posicionarse en forma triangular y de esa forma avanzar hacia la resistencia. Cuando lleguemos a distancia prudente desharemos la formación y le daremos paso libre al arma. Si todo resulta, se dispara el cañón de iones, se desactivan los controles de los cruceros rebeldes y damos el golpe de gracia- sugería el Emperador
    -Eso sería en un campo de entrenamiento, pero no sirve en este caso. Las estaciones neimoidianas están muy bien posicionadas en la parte trasera de la flota rebelde, si nos acercamos, los cruceros de la resistencia rodearan las estaciones y dispararan directamente contra los nuestros, generando daños a mas de alguno de los cruceros y si logran derribar uno, el arma queda al descubierto. Recordemos que no han desplegado todos sus cazas y quizás los estén reservando para el momento en que nos acerquemos- corrigió Bujie
    -Tiene razón. Debemos esperar a que el arma llegue y debemos rodearlo, cuando el momento llegue hacemos que los escuadrones TIE se acerquen rápidamente para crear una distracción, los cruceros cubrimos el arma, nos aproximamos y se hace el disparo para luego acabarlos- dijo Virgy
    -Bien, entonces tomaremos la sugerencia de Virgy- dijo Pitithious al momento que se acercaba el oficial
    -Señor, el crucero Perdición ha salido del hiperespacio
    -Excelente. Todos a sus posiciones, vamos a acercarnos- ordenó el Emperador

    Todos los hologramas desaparecieron y los jefes se posicionaron en los puentes de sus respectivos cruceros. El Perdición se posicionó al centro de los cruceros, el Hydra y el Desesperación detrás de él, a la derecha iba el Martillo, a la izquierda el Majestad, y adelante el Centenario con el Enjuiciador y el Yunque, y de esa forma se dirigieron directamente contra la flota rebelde.

    Al ver esto, el general Hanck se acercó al oficial y ordenó que los cruceros se posicionaran a los costados de las estaciones y liberaran los últimos escuadrones en cuanto los cruceros se acercaran a las primeras líneas de fuego. La situación tomaba cierta intranquilidad ante la llegada del misterioso crucero imperial que se posicionó al centro de la flota enemiga, y al ver el rápido acercamiento que tenían.

    La flota imperial se acercaba con más velocidad, y los encargados del Perdición iniciaron el proceso de potenciar el cañón de iones para el momento del disparo. El Inquisidor Nuss estaba cómodamente en su silla observando la situación, y en eso recibe un llamado por lo que abrió la línea y apareció el holograma del Emperador.

    -Inquisidor, prepárese para el momento del disparo, recuerde que esta será la primera prueba y debemos tener todo bajo control para que salga bien y no perdamos el prototipo- dijo el Gran Señor Oscuro
    -No se preocupe maestro, todo procederá como usted lo disponga- dijo Nuss
    -No falles, o te saldrá caro- dijo el Emperador y desapareció su holograma

    Cruzando la línea de fuego rebelde, los cruceros desplegaron rápidamente sus escuadrones de cazas TIE, los cuales se dirigieron hacia los cruceros y se encontraron con los Ala X y Ala Y. Al momento esperado, todos los cruceros imperiales se pusieron a los costados del Perdición, y Nuss dio la orden de fuego, a lo que del cañón brotó una esfera morada que al ser disparada se agrandó hasta el grado de tener el tamaño de unos ciento cincuenta kilómetros de radio, logrando perfectamente cubrir la flota rebelde.

    Hanck pensó lo peor y ordeno apresurado que los cruceros se dispersaran lo más veloz que pudieran, pero sus esfuerzos fueron en vano. La esfera de plasma los traspasó y todos los sistemas se paralizaron y las tablas estallaron ante la potente descarga que recibió.

    -Informe de daños- ordenó desesperado el general
    -Todos los sistemas sobrecargados, los motores estallaron, los cañones están inhabilitados y los escudos han sido destruidos por completo- informó unos de los soldados
    -Maldición. Estamos perdidos, ahora Murkhana quedara en manos de los imperiales- dijo enojado Hanck

    Mientras tanto, el Emperador se comunicaba con los líderes de los demás cruceros de la flota imperial y ordenó abrir fuego hasta hacer reventar la resistencia. A los segundos de haber dado la orden, todos los cruceros dirigieron sus cañones hacia la flota rebelde y dispararon indiscriminadamente hasta destruir completamente la flota. Murkhana había caído por completo bajo dominio imperial.


    Última edición por Darth_Pitithious el Jue 18 Jul 2013, 12:37, editado 1 vez
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 12 Jul 2013, 18:02

    Episodio XIII:
    Divisiones


    Tras la derrota en Trandosha, la Rebelión nuevamente se vio debilitada. Ciertamente con la llegada del Perdición, el Imperio contaba con una gran ventaja en el campo de batalla. Varios sistemas empezaron a caer de la forma más cobarde ya que desde el suceso ocurrido no fue necesario para los imperiales enviar inmensas flotas para tomar control de un sistema, bastaba con la única presencia del crucero con el cañón de iones para lograr deshabilitar los cruceros rebeldes y luego disparar sus cañones hasta pulverizar la flota, y luego llegaba una flota imperial y tomaba control de la órbita para luego invadir la superficie.

    Pero esta vez, el campo de batalla fue distinto, ya que el Emperador decidió continuar las campañas por las regiones del Borde Medio y Exterior, siendo el siguiente objetivo el sistema de Kalee, donde no fue necesario el despliegue de tropas ya que los kaleesh accedieron abiertamente a unirse al Imperio. Fue así como después el Imperio logró apoderarse de alrededor de cincuenta sistemas que estaban disconformes con las acciones del gobierno de la Alianza Galáctica por la poca consideración que les tuvieron, esperando a que el actual gobierno no les fallara.

    Alejado de esta pacifica campaña, gungans y algunos esclavos que lograron salir de Mustafar se reunieron y se dirigieron a Coruscant, donde entraron muy fácilmente sin ser detectados por el bloqueo imperial y lograron asaltar el edificio del antiguo Senado Galáctico. Tras este atentado, el Emperador llamó inmediatamente a la Ejecutora Militar Virgy Gor, quien estaba a cargo de custodiar los alrededores de las ciudades gungan.

    -Ejecutora Gor, fuerzas gungan y esclavos de Mustafar han llegado hasta Coruscant y han tomado control del edificio del antiguo Senado Galáctico. ¿Cómo pudo suceder esto?- preguntó furioso el Emperador
    -Emperador desgraciadamente no tenemos registros de la huida de los gungan. Investigare la situación inmediatamente- dijo la Ejecutora Militar a lo que su holograma se desapreció

    Mientras se producía tal conflicto, Kuat y Murkhana entraban en conflicto también dado por el profundo odio que se tenían tras deshacer el pacto de neutralidad y haberse unido al Imperio y a la Rebelión respectivamente. Tal situación tenía preocupada a la Suprema Comandante de la Flota Imperial Maja Bujie, quien tuvo que ir al Palacio Imperial para hablar con el Emperador, amigo con quien tenían una deuda mutua tras los apoyos hechos durante las dos guerras pasadas en las cuales permitieron el fortalecimiento del Imperio. Entrando a la sala del trono se acercó hasta la silla de su amigo.

    -Emperador, tengo problemas, los habitantes de Murkhana han vuelto sus ataques contra Kuat y con apoyo de los rebeldes han saboteado una serie de instalaciones- le informó la Suprema Comandante
    -Recién veo que los gungan y los esclavos de Mustafar han salido hasta este sistema y han tomado posesión de la antigua sede del Senado Galáctico, y ahora resulta esto… Esa escoria rebelde me está causando muchos problemas ahora- dijo molesto Pitithious en lo que volteaba su silla para ver a Maja
    -¿Cuáles son su órdenes, mi lord?- consultó Maja
    -La Ejecutora Virgy está investigando la situación en Otoh Gunga, según tendría noticias a la noche- le dijo el Emperador
    -Cuanto más tiempo pase, Kuat podría caer en manos de la Rebelión y el pacto seria roto- advirtió Maja

    En Naboo, Virgy reunió un grupo de soldados imperiales, a quienes envió a Otoh Gunga para filtrar los movimientos de los gungan y ver que tramaban tras los ataques a Coruscant. Los soldados viajaron en speeder hasta el lago que daba con la ciudad de los anfibios gungan, y tras nadar llegaron a una de las burbujas correspondientes al hangar principal de la acuática ciudad, y desde ahí buscaron cautelosamente la sala de reuniones donde estaba el Consejo Gungan. Durante unas horas lograron filtrar una serie de datos y cumplida su misión volvieron a la superficie para hablar con la Ejecutora Militar

    -Josh, Dash. ¿Que lograron filtrar?- saludó y preguntó Virgy
    -Ejecutora – tomó la palabra Josh-, los gungan han hecho alianza con los esclavos de Mustafar y los habitantes de Murkhana para debilitar dos de los puntos más importantes del Imperio, en este caso Coruscant y Kuat. Su alianza militar está respaldado por los rebeldes, lo cual ha provocado que los conflictos que hay allí se agraven mucho más de lo que ha sido
    -Eso es malo. Bien, felicidades por su trabajo. Contactaré al Emperador y le informare de la situación- dijo la Ejecutora
    En lo que los soldados se retiraron, Virgy contactó inmediatamente al Emperador, quien se encontraba junto con Maja.
    -Emperador, he logrado averiguar la situación y no tengo buenas noticias.- le dijo Virgy
    -¿Qué es lo que pasa? Preguntó el Emperador
    -Los gungan, los esclavos en Mustafar y los habitantes de Murkhana han hecho alianza para combatir contra Kuat y Coruscant. Obviamente los dos primeros quieren el control de la capital, mientras que los murkhanos quieren debilitar nuestra armada destruyendo los principales astilleros- le explicó la Ejecutora
    -Ciertamente Kuat y Murkhana han entrado en conflicto después de la campaña de Endor cuando la Alianza logró vencer al Imperio Galáctico. Ambos sistemas tenemos una fuerte enemistad que nos ha hecho entrar en varios conflictos, pero los murkhanos se han fortalecido gracias a la ayuda de la Federación durante su gobierno- dijo Maja
    -Buen trabajo Virgy. Mantente alerta en caso que los gungan vuelvan a la superficie. Refuercen el bloqueo en la órbita de Naboo. Hablare con Lemelisk para que doblegue la seguridad en Mustafar. Maja y yo veremos que hacer con la crisis en Kuat- ordenó el Emperador
    -Como usted ordene mi lord- dijo Virgy en lo que los hologramas se desaparecieron

    Al otro extremo, el Emperador y Maja salieron de la sala del trono y se dirigieron a la base militar de Coruscant donde salieron con una poderosa flota de cruceros clase Victoria II dirigidos por el crucero comando del Emperador, el Palpatine, con lo cual se dirigieron a Murkhana y bloquearon el sistema para evitar la salida de los murkhanos e impedir la llegada de los rebeldes. Todas las tropas descendieron al sistema y custodiaron todas las calles de cada ciudad y las cárceles fueron convertidas en verdaderos campos de concentración donde eran asesinados los más revoltosos. Al día siguiente los habitantes de Kuat se dirigieron al planeta enemigo y tomaron el control de la superficie en respuesta al ataque murkhano sobre sus astilleros.

    En Naboo, los pobladores de Theed se levantaron contra el Imperio y apoyaban fielmente la causa de los gungan. El Emperador se dirigió al campamento de Virgy para ver la situación, que cada vez se hacía critica ya que Coruscant y Naboo se enemistaron inevitablemente, y los puertos de ambos países suspendieron los viajes entre sí. Los gungan seguían potenciando su ejército con tal de mantener activos los frentes contra la capital imperial, en tanto que los rebeldes se infiltraban en el verde planeta para entregar suministros a los anfibios del sub-mundo. Pitithious y Virgy sostuvieron una larga discusión para ver que decisiones tomar frente a la crisis.

    -Los puertos de Coruscant suspendieron los viajes hacia Naboo, y el pueblo de Theed esta rebelándose demasiado. Esto se pone muy grave, si no se detiene a tiempo la guerra podría ser civil y el Imperio se debilitaría demasiado- dijo Pitithious
    -Esto no está bien, me preocupa mucho lo que está sucediendo. Mi hogar está completamente dividido. No quiero ver sufrir a mi gente de aquí- dijo Virgy con cierta preocupación
    -Lo peor es que no tengo como evitar el conflicto. Es imposible contactar a la reina Katry, y yo no me he pronunciado para no fomentar la discordia que hay- dijo el Emperador
    -Se que no debiera de hablar de manera tan informal, pero esta vez quiero hablarte como amiga y no de manera profesional. Esto nos compete a los dos, ya que yo soy representante de Naboo y tú has tenido que tomar la representación de Coruscant aun no siendo originario de allí. Pitithious esto es grave y no podemos hacer nada, simplemente debemos mantenernos ajenos. No es cobardía, es simplemente mantener el gobierno neutral a esto, porque sino la Rebelión logrará su objetivo- le sugirió la Ejecutora
    -Llevamos mucho tiempo de conocidos y te considero una buena amiga Virgy, y la verdad te encuentro razón, declarare el distanciamiento del Imperio en este caso, pero si la Rebelión toma acciones, movilizaré inmediatamente las tropas- advirtió Pitithious
    -Gracias amigo. Espero me perdones por la informalidad- se disculpó Virgy
    -No se preocupe Ejecutora. No debemos olvidar los lazos que nos unen aún si es en el campo de batalla-dijo el Emperador volviendo a la formalidad y salió del campamento

    Al tiempo después, una flota coruscanti salió de la capital imperial y se dirigió directamente a Naboo donde descendió hasta hallar algunos lagos y las tropas civiles de Coruscant –que eran una simple improvisación- descendieron y se adentraron en las aguas para tener el primer conflicto cuerpo a cuerpo con las fuerzas gungan, lo cual fue una rotunda derrota ya que los gungan lograron vencer. El conflicto continuo por unos días, y finalmente Virgy tomó la decisión de volver con sus tropas de vuelta a la flota y ordenar la retirada.

    Alejado de los frentes de batalla, el Emperador envió a Electra a dirigir las campañas militares en Murkhana, Betrayal, Duro y Raxus Prime, lo que significó una rotunda perdida ante la presencia de los rebeldes que estaban muy bien preparados. Sin embargo los imperiales se vieron recompensados al lograr el control de Krant.

    Vista la situación entre Naboo y Coruscant, y tras enterarse de la retirada que ordenó Virgy, el Emperador decidió desaparecer momentáneamente y se dirigió a Kuat, donde la Suprema Comandante de la Flota Imperial Maja Bujie lo recibió en el palacio ya que había recibido el mando del sistema.

    Tiempo después, el Emperador volvía a aparecer en acción tras la toma de Reytha, y en una de las conferencias en la Liga InterMundial declaró a varios sistemas –entre ellos Murkhana- como “zonas de conflicto”. Días después el conflicto entre el Emperador y los miembros de La Orden volvía a aparecer en los escenarios tras un último enfrentamiento en las cortes, dictando el fallo a favor del Jefe de Estado quien ordenó la disuasión inmediata de la agrupación y ser reemplazado por el nuevo Senado Imperial.


    Última edición por Darth_Pitithious el Jue 18 Jul 2013, 12:45, editado 1 vez
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeVie 12 Jul 2013, 20:11

    Capítulo especial hecha en colaboración con Darth Maria

    Episodio XIV:
    La rebelión toma fuerza


    Mientras comenzaban intrigas dentro del imperio, comenzaron a unificarse los distintos grupos rebeldes, entre estos, se destacó el grupo llamado “La Orden Libre”.

    En “la Orden Libre” destacaban 3 figuras: la primera era un campesino que tras la masacre de su poblado en la Luna forestal de Endor, decidió crear este grupo y obtuvo muchas victorias en Endor,  logrando también robar algunos transmisores en Tatooine. Su nombre era Marco. Media lo que un androide de protocolo, era sumamente inteligente aunque no muy agraciado, de fríos sentimientos y con mucha paciencia.

    Otra figura destacada era la hija de unos grandes señores esclavistas de la misma Luna, que se enamoró de este líder al conocerse por casualidad antes de que iniciaran su revolución, al informarle este que iría a combatir al Emperador, no lo dudo y se escapó con él. El nombre de esta joven era María. Inteligente, era aprendiz de Marco, algo ingenua y que vivía soñando con una aventura tan grande como el universo pero que la veía tan distante como visitar por primera vez la capital.

    Y la última figura, que destaco durante la Guerra Civil Galáctica, y que yacía en el olvido de la memoria colectiva: C-3PO. Al subir al poder el Emperador Sith Darth Pitithious, el androide decide pedir ayuda en Endor para exiliarse, pero llegó demasiado tarde, los miembros del consejo Ewok ya  estaban bajo el control de los imperiales. Cuando descubre esto, C-3PO cae desgraciadamente en prisión y más tarde es desarmado y abandonado en una llanura de Endor. Marco se encargó durante 3 meses en buscar sus partes para reconstruirlo; solo encontró su cabeza, un brazo, el troco y una pierna, lo demás fue sustituido por partes de un droide color plateado. C-3PO en forma de agradecimiento se unió a la Orden Libre.

    Reunieron gracias a C-3PO unos 130 Ewoks, ya que los Ewoks si recordaban a su antiguo Dios, que ahora creían inmortal, de humanos tenían cerca de 200 hombres y algunos droides médicos. Tomaron su crucero para dirigirse a Rhen Var y eliminar parte de la Legión 66, ya que habían eliminado 3 grupos rebeldes ya. Eran demasiado para ellos pero no lo dudaron y atacarían a esta Legion.
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeDom 11 Ago 2013, 01:42

    Episodio XV:
    Emboscada en Rhen Var



    Alejado de la campaña de Marco y sus aliados, en la joya imperial de Coruscant, Pitithious meditaba en el cuarto principal del Palacio Imperial, viendo como poder llevar a cabo la guerra contra los rebeldes y de esa manera poder derrotarlos fácilmente con un final sumamente trágico. En eso el espíritu de Palpatine se presenta ante el sith y le interrumpe su meditación:

    -Lord Pitithious – se presentó el Señor Oscuro de los Sith
    -Maestro. ¿Cuáles son tus órdenes? – dijo Pitithious al dejar la posición de meditación y agacharse ante su maestro
    -Hay un gran disturbio en la Fuerza… - dijo Sidious
    -Lo he sentido maestro – dijo el joven Emperador
    -Un grupo de insurgentes ha salido de Endor y se dirigen a Rhen Var, debes detenerlos antes de que se unan a los rebeldes. Juntos pueden ser una amenaza de proporciones – ordenó el fantasma
    - Como ordenes, maestro – dijo Pitithious en lo que Palpatine desaparecía

    Pitithious llamó al Inquisidor Nuss y al General Tyno que estaba a cargo de la Legión 66 para llevar a las tropas a emboscar a los insurgentes de Endor. Tyno fue inmediatamente a los cuarteles de la Legión 66 y les ordenó prepararse para salir a la batalla, siendo todos alistados y guiados hacia los cruceros clase Victoria II sumado con el Perdición, el cual ya se había ganado una fama mucho más de temer que como lo fue la Estrella de la Muerte, el General Grievous o DarthVader…

    Marco observaba desde el puente de su crucero las estrellas y en eso es interrumpido por un oficial:

    -Señor recibimos una transmisión de una flota rebelde posicionada en Ossus y demandan que usted como es el líder de la insurgencia se ponga en contacto con ellos
    -Bien, iré inmediatamente a contactarme con ellos, abre una línea segura eso sí, no vaya ser una trampa del Imperio que me imagino que habrá descubierto mi pequeña operación – ordenó Marco
    -Enseguida señor – respondió el oficial en lo que dio media vuelta

    Marco fue a la sala de conferencias y abrió la línea, encarando el holograma de uno de los líderes de la rebelión, el clon de Cal Omas:

    - Saludos, hablas con Cal Omas, líder de la actual Rebelión. ¿Quién eres tú? – preguntó curioso el líder rebelde
    - Me llamo Marco, soy originario de Endor al igual que todos los insurgentes que me acompañan, venimos escapando de la esclavización que los imperiales han producido en nuestro hogar y hemos ido ganando algunas campañas, justamente ahora vamos camino a Rhen Var a instalarnos para empezar a establecernos oficialmente – dijo el joven insurgente
    - Mmmm… Creo que te vendría bien una ayuda nuestra… ¿Qué te parece si nos reunimos en Rhen Var y juntos establecemos la base? Tú solo no podrás luchar contra los imperiales, son muy fuertes – sugirió Omas
    - Me parece, en lo que llegue al sistema le esperaré. Eso sí déjeme a mi ubicar un buen lugar para instalar la base – propuso Marco
    - Como gustes, yo solo te ofrezco la ayuda muchacho, tú solo has lo que creas mejor para tu grupo, buena suerte – dijo Omas y desapareció su holograma

    Al otro lado de la galaxia, el Emperador DarthPitithious junto al Inquisidor Nuss iban a bordo del Titanium dirigiendo una poderosa flota de veinte cruceros clase Victoria II más el Perdición, el cual iba dentro del Titanium esperando a ser desembarcado. Esta flota iba muy bien equipada, ya que contaban con miles de cazas TIE y un centenar de cargueros con AT-AT’s mucho más poderosos incluso que los usados en la épica batalla de Hoth en el periodo de la Guerra Civil Galáctica. Sumado a esto iba la poderosa Legión 66, la cual fue muy bien equipada para poder aplastar a los rebeldes con equipamiento especial para el helado campo de batalla.

    Darth Pitithious observaba el espacio exterior desde el ventanal principal de su salón de trono, sosteniendo un dispositivo con el holograma de una futura clase de súper destructores que el clon de BevelLemelisk había planeado para tiempos venideros en que el Imperio lograra el control de toda la Galaxia y así ahorrar naves como el gran uso de los destructores clase Victoria II. Estaba tranquilamente observando dicho plano cuando siente la presencia del Inquisidor Nuss acercarse:

    -¿Qué sucede? – pregunta el Emperador
    -Estamos a punto de llegar a Rhen Var como usted lo ha ordenado lord Pitithious – dijo el Inquisidor
    -Excelente – dijo Pitithious sin voltear la silla hacia el subordinado –. Preparen los sistemas de camuflaje, recuerden que dejaremos que actúen y cuando sea la oportunidad haremos que caiga todo el peso de la flota sobre ellos
    -Así se hará, maestro – dijo Nuss dando la vuelta para irse

    En Rhen Var la flota rebelde ya se había reunido con la nave de los insurgentes de Endor y establecieron un bloqueo para asegurar la órbita del sistema, mientras un equipo dirigido por Marco y María buscaban la localización apropiada para establecer su base, lográndolo en un corto tiempo. Usando unos cazas similares a los antiguos snowspeeder pero ligeramente adaptados para combates en la nieve. Cuando la base estaba lista, Marco se puso en contacto con Cal Omas:

    -General Omas, la base está lista, ahora es momento para desembarcar las tropas, artillería y toda la maquinaria pesada – decía Marco
    -Bien, ya enviaremos los transbordadores con las unidades- dijo Omas y se corta la comunicación

    En unas horas una decena de transbordadores descendieron y miles de soldados se desplegaron y varios vehículos, tanques, cañones y empezaron a tomar posiciones. Tropas especiales salieron hacia los alrededores para así tomar precauciones en caso de que hubiera fuerzas imperiales o algunos animales amenazadores.

    Por otro lado, la poderosa flota imperial estaba a punto de llegar, y tal como ordenó el Emperador, todos los cruceros estaban con sus sistemas de camuflaje activados. El Inquisidor Nuss volvía a la sala del trono a darle el informe a su maestro, deteniéndose justo frente a la silla con el Emperador encarándole esta vez:

    -Estamos a punto de llegar a Rhen Var y la flota está camuflada y lista para salir al combate – informó Nuss
    -Excelente – dijo el Emperador levantándose de su silla y haciendo una indicación a lo que se acerco un guardia y le dio un bastón y el sith apoyándose con el artefacto para caminar -. Vamos al puente, quiero observar cómo mueren nuestros… amigos

    Pitithious y Nuss llegaron al puente del crucero y justamente en ese momento la flota salía del hiperespacio, encarando el sistema Rhen Var junto con una pequeña gran sorpresa: un bloqueo rebelde conformado por una docena de cruceros, lo cual era mucho más de lo que el mismo Emperador creía encontrar en el sistema.

    -Vaya vaya… - decía Darth Pitithious -. Nuestros amigos no estaban solos después de todo
    - ¿Qué haremos maestro? – preguntó Nuss
    -Envíen los cargueros con los andadores y las tropas, que tomen posiciones en el sistema y busquen posibles blancos a atacar – ordenó el Emperador
    -Como ordenes, maestro – dijo el Inquisidor en lo que dio media vuelta pero es detenido por una orden de su maestro sith
    -Espere Inquisidor… Quizá sea mejor enviarlos en medio de la batalla orbital, así en la superficie estarán dispersos buscando unidades nuestras y dejarían la base algo indefensa y podremos emboscarlos – dijo Pitithious sonriendo muy maquiavélico-. Acerquémonos a la flota, desactiven el camuflaje e inicien el ataque
    -Así se hará mi lord – dijo Nuss y se retiró

    La flota imperial se acercó rápidamente hacia su enemigo, y cuando estaban a distancia prudente todos los cruceros dejaron el camuflaje y abrieron fuego a discreción y sin detenerse por ningún motivo. Varios cruceros rebeldes reventaron en explosiones ante tal tormenta de cañonazos y terminaban siendo derrumbados. Las naves rebeldes ante tal sorpresa respondieron sin titubeo aun cuando se veían sobrepasados, y desplegando sus cazas estelares para crear distracciones y poder tomar cierta ventaja frente a los poderosos cañones de los destructores estelares y del Titanium. Sin embargo no contaban con que los imperiales tenían un comodín entre sus naves, el Perdición, el cual estaba guardado en el interior del súper destructor.

    Omas estaba a bordo de la Esperanza observando con seriedad el campo de batalla que estaba frente a sus ojos. En ese momento María y Marco llegan donde su compañero y ven con horror la escena:

    -¡Una flota imperial! – dijo asustada la muchacha
    -Por desgracia, sí. Temo que tu búsqueda ha obtenido un rápido resultado muchacho, y no muy alentador – dijo Omas tomando el hombro del joven
    -¿Cree que duraremos? – Preguntó Marco con frialdad
    -No te ilusiones muchacho, del Imperio puedes tener miles de sorpresas, y es difícil saber qué harán. El Emperador es muy poderoso, nada lo ha podido detener. Tus jóvenes ojos no han visto nada aún – dijo el General Omas
    -¿Maestro y si mejor organizamos a nuestros ewoks por si acaso el Imperio gana el control de la órbita y se dirige a la superficie? – preguntó la muchacha esperanzada
    -Bien María. Iremos a la superficie entonces a organizar un ataque. Suerte General, que la Fuerza lo acompañe – dijo Marco antes de irse con su aprendiz
    -Que la Fuerza los acompañe, jóvenes – dijo Omas

    En el Titanium, el Emperador observaba muy feliz el campo de batalla junto al Inquisidor Nuss y el General Tyno. DarthPitithious veía una victoria segura en la batalla y claramente no parecía tener dudas al respecto.

    -General Tyno, este campo está algo monótono – dijo el Emperador -. ¿Por qué no envía unos exploradores al sistema a ver si nuestros amigos tienen una base en la superficie?
    -En seguida Emperador – dijo Tyno y dio la vuelta para abandonar el puente

    El General fue directamente a una de las bahías de aterrizaje y dio la orden de enviar los exploradores requeridos por el Emperador. En seguida salieron cientos de droides sonda hacia el sistema, aunque algunos por la batalla fueron alcanzados por los disparos y terminaron destruidos.

    De los droides que llegaron a tierra, todos salieron a recorrer inmediatamente el sistema, y algunos inmediatamente hallaron la base rebelde y vieron tanto a los soldados como a los ewoks dirigidos por Marco y María. La información era vista por el Inquisidor Nuss en el Titanium, y éste inmediatamente fue a donde su maestro a comunicarle:

    -Emperador, los encontramos – dijo el Inquisidor
    -Bieeeeeeeen… Que salga la Legión – dijo el Emperador

    Nuss inmediatamente activo su comunicador y se puso en contacto con el General Tyno:

    -General Tyno, inicien desembarco – dijo Nuss
    -A la orden mi lord – respondió Tyno y cortó la comunicación

    Tyno estaba en una de las seis bases e inmediatamente subió a uno de los corredores de la base para hablarles a sus hombres:

    -Relucientes – llamó Tyno a sus hombres, quienes le miraron en un segundo -, llegó la hora de cazar escorias, preparen sus maquillajes y salgan a matar rebeldes. ¡¡Ahora!!

    Todos los soldados de las seis bases enfilaron rumbo a las naves de carga a la vez que los más de quinientos andadores AT-AT. Miles de naves de carga salieron rumbo a la superficie de Rhen Var, y en lo que aterrizaron salieron en busca de la base rebelde para iniciar el ataque.

    Entretanto la batalla en la órbita parecía una clara victoria de los imperiales ante el gran basural de naves rebeldes destruidas. Miles de cazas rebeldes en su intento por desviar el fuego enemigo caían en un fallido intento que los hacía morir ante el calor de los disparos. En eso la ayuda llega desde el hiperespacio, saliendo unos diez cruceros pesados abriendo fuego a toda potencia y velocidad contra la flota imperial y asistiendo a sus cinco cruceros aliados que quedaban en combate.

    En el Titanium, el Emperador estaba asombrado ante tal sorpresa y entonces llamó al General Tyno:

    -General, active el cañón – ordenó el sith
    -En seguida mi lord – dijo Tyno

    El General se acercó a uno de los mandos de la nave y presionó uno de los botones. Tras esto se abrió en el exterior del súper destructor uno de los miles de compartimientos dejando salir un gran cañón que empezó a energizarse. Tyno al ver que estaba listo le dio aviso al Emperador:

    -Todo listo Emperador – dijo el General
    -Dispare – ordenó el Emperador

    Tyno pulsó el botón de disparo y del gran cañón brotó un gran laser verde que llegó directamente al crucero Esperanza y éste estalló en un billón de trozos, matando consigo al clon de Cal Omas y a los líderes de la Federación Galáctica de Alianzas Libres, dando así el fin de la Rebelión.
    En la superficie, los AT-AT llegaron a la base rebelde e inmediatamente abrieron fuego, siendo recibidos por la fuerza de ataque rebelde y de los ewoks dirigidos por María y Marco. Quinientos AT-AT’s atacando con todo el poder de sus arsenales y destruyendo todo a su paso, fuera máquina humano o ewok. Los rebeldes se vieron superados y fueron apoyados por diez escuadrones de snowspeeders y cazas Y-Wing que bombardeaban a los caminantes AT-AT. La batalla se veía igual de reñida que en órbita, aun cuando la ayuda rebelde había llegado y empezaban a hacerle peso a la Armada Imperial, no contaban con un enemigo tan bien preparado.

    La flota rebelde seguía siendo cruelmente aplastada por la Armada Imperial y sin poder siquiera derribar un destructor estelar. El mortífero cañón del Titanium hacía que el pánico se apoderara de todo el campo de batalla, haciendo más tétrica la escena que se veía allí.

    El Emperador Darth Pitithious al ver ésta situación llamó al Inquisidor Nuss:

    -Inquisidor – llamó el sith
    -Si maestro – contestó Nuss
    -Alista mi nave, quiero bajar a la superficie a supervisar la batalla – dijo el Emperador
    -Como ordenes, maestro – dijo Nuss y abandonó el puente

    El Emperador sacó su holocomunicador y contactó al General Tyno que supervisaba los hangares donde aguardaban los cazas TIE bombarderos:

    -General ha llegado la hora, inicie el bombardeo contra la flota rebelde – ordenó Pitithious
    -Si Emperador – dijo Tyno y cortó la comunicación

    Tyno fue con los pilotos de los cazas TIE bombarderos y les ordenó salir a atacar a la flota rebelde y en seguida salió un escuadrón de cazas que tomaron como blanco de sus ataques al que parecía el nuevo crucero de mando de la flota rebelde. Las naves parecían resistir los impactos, pero algunos tiros fueron tan exactos que lograron penetrar el escudo hasta lograr tener contacto con la superficie del crucero, sufriendo pequeños daños que en cantidades iban carcomiéndoles. Era cosa de tiempo para que el clímax llegara a su punto culmine.

    Mientras tanto, el Emperador viajaba en su nave, el Sombra Negra, y al ver la batalla en la superficie desciende cerca del lugar y se acerca corriendo velozmente y sacando su sable láser para asesinar a los soldados rebeldes que se le atravesasen en el camino. Cuerpos mutilados caían uno por uno ante el filo del sable rojo del sith, el cual no distinguía diferencia alguna entre los soldados rebeldes o los valientes ewoks que peleaban aun cuando usasen armas tan primitivas y escasamente usadas en combate. Un baño de sangre cubría el blanco suelo del campo, dejando su pureza para mancharse de gloria martirizante, sin piedad, sin cobardía, sin titubeo.

    El sable continuó mutilando y atravesando cuerpos, mas se detuvo. Su portador, el Gran Señor Oscuro de los Sith, había encontrado un obstáculo. O más bien dos.

    -¡Alto ahí, espadachín! – dijo un joven campesino desafiante
    -¿Tú vienes a darme ordenes? – dijo el Gran Señor Oscuro en lo que perforaba el cuerpo de un soldado que se le acercaba
    -Sí, a ti te digo – volvió a desafiarlo el joven

    Marco usó la Fuerza y con sus manos golpeó el aire e hizo que los efectos llegaran al sith, quien retrocedió unos pasos casi tropezando. DarthPitithious quedó asombrado, pero no lo demostró tan fácilmente y se puso de pie para volver a su posición inicial con atrevimiento. El joven juntó sus manos y haciendo un movimiento de bateo volvió a golpear el aire, y el efecto llegó a una de las mejillas del oscuro guerrero, quien volteó la cara bruscamente. DarthPitithious se vio molesto esta vez, y haciendo uso también de la Fuerza atrajo a tres ewoks que flotando se acercaron en fila hasta llegar a donde el sith quien rápidamente puso su espada lista para perforar a los pequeños peludos que murieron ante el filo del láser. Marco enfureció y sacó su sable láser, el cual lo encendió mientras dio una voltereta en el aire y dejó salir un láser naranjo, pero se vio detenido rápidamente por el sable de Pitithious, quien sin dudar lo empujó con la Fuerza y lo hizo alejarse cientos de metros.

    María, que entre la defensa observó la pelea de su maestro, corrió a enfrentar a Pitithious y en un movimiento veloz sacó su sable y le dio una pelea muy reñida, volviéndose una digna adversaria del sith. La joven tomó control de la pelea, mas Pitithious notó un quiebre en su punto de equilibrio y la derribó con una patada que la hizo caer bruscamente y su sable rodó por el suelo. Pitithious estaba dispuesto a asesinarla pero justamente llegó Marco y logró quitarlo de encima al patearlo rápidamente y logra dañar las conexiones de su rodilla derecha ante un golpe que le dio con su sable. María se incorporó y rápidamente tomaron posiciones de pelea, mientras que Pitithious rápidamente se levantó y volvió a pelear esta vez contra sus dos adversarios juntos.

    En la órbita, la flota rebelde consiguió derribar un destructor estelar y empezaba a abrirse paso entre las ráfagas de cañonazos que recibían de los cruceros imperiales. El Titanium continuaba imponente disparando con toda su potencia, apoyado por su escolta de destructores que cada vez iban creando un perímetro más amplio alrededor del súper destructor. El Inquisidor Nuss gozaba de la vista con maliciosa felicidad pero con mucha impaciencia de poder aplastar a su enemigo.

    -General Tyno creo que no sería mala idea apurar las cosas. ¿Está pensando lo mismo que yo? – dijo el Inquisidor
    -En seguida señor – respondió Tyno, quien rápidamente abrió su holocomunicador y se contactó con el Comandante Pire que estaba a cargo del Perdición – Comandante Pire, responda
    -Aquí el Comandante Pire reportándose señor – dijo el holograma
    -Es hora. Saque el Perdición y dispare cuando estén listos – ordenó el General
    -A la orden – dijo el Comandante y se fue la imagen de él

    De la compuerta principal de la parte inferior del Titanium brotó el Perdición como si fuera el recién nacido del súper destructor. El poderoso crucero clase Ionotor avanzó unos buenos kilómetros para salir de la sombra del Titanium y encaró inmediatamente la flota rebelde.
    El caos se apoderaba de los tripulantes de las naves rebeldes, quienes ya estaban advertidas ante las humillantes derrotas que ya habían sufrido en ocasiones anteriores. Los cruceros en un desesperado intento por escapar trataron de separarse, más el Perdición ya había lanzado su disparo que se agigantaba con cada metro que avanzaba. Oficiales y líderes corrían a través del puente de sus cruceros e intentaban activar el hiperespacio tratando de escapar, idea que solo lograron consolidar algunas naves pequeñas y un crucero que desaparecieron, mientras sus compañeros sufrían el sobrecalentamiento de sus sistemas de navegación y de armamento para luego recibir los impactos de la última tormenta de láser que los pulverizó por completo…

    En la superficie el desastre rebelde era aun peor dado que los AT-AT’s lograron llegar a la base y destruían toda la instalación sin dudarlo. Entretanto Pitithious, Marco y María continuaban en un furioso duelo de sables, donde el dúo rebelde empezaba a hacerle buen peso al Gran Señor Oscuro de los Sith, quien en ocasiones recurría a patadas, puños y hasta el control de la Fuerza para derribar a sus contrincantes y vencerlos definitivamente. Los tres combatientes se adentraron en el infierno de lo que fue alguna vez la base rebelde que iba siendo destruida por los andadores cuadrúpedos.

    La victoria imperial era ya un hecho irreversible, y las tropas se reagruparon inmediatamente para abandonar la superficie y volver a su lugar de origen, pero sin percatarse que su Emperador no regresaba con ellos. El infierno de la antigua base rebelde se veía más terrorífico que el ambiente de Sullust o de Mustafar. Los combatientes seguían luchando sin detenimiento alguno. Pitithious continuaba peleando haciendo uso de la majestuosa forma de combate makashi, mientras que sus contendores Marco y María hacían uso del ataru, mas en un descuido de Maria, Pitithious la atrae con la Fuerza y perfora su abdomen con el rojo sable de su espada y la deja caer en el suelo agonizando. Marco grita desesperado y corre hacia su aprendiz, mientras que el Gran Señor Oscuro ríe perverso.

    -Son buenos adversarios, lo admito… pero son muy idealistas – dijo el sith mientras rodeaba a la pareja
    -Creo que… te fallé – dijo con dificultad María a su maestro
    -No… no lo has hecho María – dijo Marco angustiado
    -Fuiste un gran… amigo… - dijo María con voz muy débil – Te… a… mo Mar…
    -María… -dijo Marco mientras besa los labios de su agonizante aprendiz y nota que esta ya no reacciona más.

    El Emperador en ese descuido, degolló a Marco por la espalda.

    -Demasiado Fácil, creo que ni siquiera eso sabían hacer.- dijo el emperador complacido.

    Las tropas imperiales comenzaron a tomar todo el sistema hasta que solo faltaba tomar la base rebelde, una pequeña casa donde quedaban entre 40 y 50 soldados, aunque unos tantos lograron escapar.

    C-3PO estaba preocupado ya que no habían vuelto sus amos, cuando de pronto escucha un estruendo. Los imperiales ya habían entrado en la base y aplastaban de manera sorprendente a la rebelión.

    -Escape en la última capsula que queda, ya está en piloto automático a Endor.- dijo un alto mando rebelde al cual no pudo identificar el androide debido a la densa humareda. C-3PO entro y despego.

    Cuando ya iba lo suficientemente alto el soldado que ayudó al androide encendió una mecha improvisada que iba al cuarto donde estaban almacenando las municiones, entre ellas había combustible, detonadores térmicos, cargas de rifles laser y una bomba que habían elaborado en el viaje de Endor a Rhen Var.

    La explosión disparo la capsula en la que iba C-3PO y la saco de la atmosfera velozmente, las tropas imperiales en la mitad del planeta quedaron completamente carbonizadas incluyendo varios cientos de vehículos.

    La rebelión había sido aplastada pero murieron con un final digno de recordarse, el imperio perdió a miles de tropas y el sistema quedó tan dañado que ninguna forma de vida podía sobrevivir en el sistema.
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    MensajeTema: Re: Star Wars: Más allá de las leyendas   Star Wars: Más allá de las leyendas Icon_minitimeLun 30 Sep 2013, 20:48

    Episodio XVI:
    El regreso de Pitithious

    Mientras la Segunda Guerra Galáctica-Imperial se propagaba muy veloz a lo largo de la galaxia, el Emperador sufría una pequeña crisis personal dado que su amiga Jen no estaba asistiendo a la escuela y no tenia como ubicarla. Durante los últimos días de regreso de las vacaciones, la muchacha no hacia presencia alguna y no sabía de nadie cercano para poder hacer una especie de puente para tener noticias de cómo estaba.

    Pitithious había empezado a tener una pequeña e incipiente transformación en sí mismo. Las palabras de Jen el ultimo día de clases del primer periodo aún le daba vueltas, y de a poco los pequeños restos del antiguo muchacho iban resurgiendo en lo más profundo de su oscura y carcomida alma. En sus meditaciones podía notar el conflicto que iba creándose en su interior, lo cual le producía mucha inquietud, y mucho más ya que su maestro no se presentaba para ayudarlo. Se sentía incompleto, incapaz de hacer ciertas cosas, inseguro, y por sobretodo se sentía más vacío que desde que tomó el oscuro sendero.

    Era sin duda el periodo más turbulento en su joven y gastada vida. Se sentía sin ganas de vivir, pero el solo hecho de recordar a su amiga se sentía impulsado a seguir luchando. Las vacaciones no le sentaron muy bien y ansiaba mucho volver a abrazar a su querida hermanita menor que en secreto amaba profundamente, incluso ocultando esta situación del mismo Darth Sidious.
    Transcurridos los días, iniciando el octavo mes del año, Pitithious esperaba ansioso que Jen llegara al colegio, ya que la noche anterior logró contactarla por holored y ella le había prometido volver a la escuela ya que ella también lo extrañaba. Pasaban los minutos y el joven se desesperaba tanto que hasta el mismo Dieg notó su nerviosismo-

    -Pit. ¿Qué te ocurre?- le preguntó extrañado
    -No es nada, solo tengo el maldito dolor de mi rodilla derecha- dijo Pitithious en lo que cojeaba para disimular

    Observaba por la ventana y luego recorría toda la sala y después vuelta al mismo panorama… Entre tantas vueltas divisó a Jen a varios metros, y como fantasma desapareció corriendo de la sala y bajó la escalera para llegar al primer piso, y en lo que llegó iba a girar a mano izquierda cuando siente una voz femenina.

    -¿A dónde vas con tanta prisa?- le preguntó su amiga
    - !Jen!- dijo el muchacho al ver a su amiga, ante lo cual corrió hacia ella y la abrazó fuertemente y besó su mejilla varias veces- Te extrañé todo este tiempo, me hiciste mucha falta
    -Lo sé Pit, a mí también me hizo falta tu compañía- dijo Jen en lo que se secaba unas lagrimas que brotaron de la emoción tras el reencuentro

    Ambos subieron la escalera hasta llegar al aula, donde se sentaron juntos y se contaron todo lo que habían pasado en las vacaciones, claro que Pitithious no le mencionó respecto a su participación en la guerra ya que aún prefería conservar en secreto su relación con el mando del Imperio para evadir tener un encuentro con algún partidario de la rebelión entre los compañeros del curso, aunque ya tenía en la mira a algunos que en su momento gritaban consignas a favor de los rebeldes. Toda la mañana se la pasaron conversando, mas sus únicas interrupciones eran cuando el imprudente de Dieg molestaba a la distancia a Jen, ya que aún seguía con su inmaduro comportamiento tras el fin de la relación.

    Durante toda la semana el panorama se repitió, pero para Pitithious era un agrado estar al lado de su amiga. El solo hecho de verla se sentía completamente renacido, pero el miedo y la angustia le atacaban sin compasión ante la decisión de confesarle su amor. Durante los recreos se paseaban por los patios de la escuela y en algunas ocasiones Jen se encontraba con su prima Densy Hair Orell, quien iba un curso inferior a los dos.

    El tiempo pasaba tranquilamente, pero Jen volvió a desaparecer y Pitithious se sintió muy solo y su estado empeoró nuevamente, lo cual poco a poco fue visto por muchos de sus amigos. Pero ese no fue el único problema que tuvo que enfrentar, ya que por accidente un día llevo a la escuela su holocrón sith –el cual había construido hace tres años y el cual fue llenando con su vida- y por desgracia el curioso de Dieg vio aquel objeto y lo robó. Pitithious buscó durante semanas aquel preciado objeto y en un momento dado Dieg se acercó para preguntarle sobre la procedencia de ese artefacto.

    -Pitithious, la semana pasada había visto un objeto piramidal que se cayó de tu mochila, y te lo iba a entregar pero no te pude hablar y después se me quedó en mi casa- dijo Dieg en lo que veía que Pitithious aproximarse a su banco
    -¿Que se cayó? ¿O tú lo sacaste?- dijo enojado Pitithious
    -Digamos que lo rescate para que nadie se lo llevara- dijo su amigo tratando de evadir la culpa

    Pitithious se enfureció, y en su ira por primera vez usó sus poderes en la escuela frente a alguien, ya que el sith levantó su mano para hacerlo chocar contra la pared y hacerlo levitar mientras lo ahorcaba.

    -Me devolverás ese objeto o te juro que haré que registren tu casa para encontrarlo y te eliminare- le amenazó el sith
    -¿Tú y qué ejército?- dijo desafiante Dieg
    -¡Devuélveme ese holocrón!- gritó furioso Pitithious en lo que apretaba más fuerte con la Fuerza el cuello de su amigo
    -Está bien, mañana te lo tendré- dijo en un esfuerzo ante lo apretado que tenia la garganta el amigo

    Pitithious dejó de ahorcarlo y Dieg cayó violentamente al suelo y tosió fuertemente. Dieg estaba impresionado y a la vez asustado ante el poder que Pitithious tenía, e incluso ya empezaba a sospechar que su amigo tenía cierta influencia en la Fuerza, pero no sabía con seguridad si era jedi o un lord sith.

    Pese a la amenaza de su amigo, Dieg tardó una semana en devolverle el preciado objeto a Pitithious, ya que en su ambiciosa curiosidad trató de activar aquel artefacto pero no lo lograba conseguir. Cuando pasó la semana, Pitithious esperaba impaciente en el aula a que llegara Dieg, quien en cuanto apareció, el molesto muchacho le reclamó su propiedad.

    -Mi holocrón- dijo enojado Pitithious
    -No lo traje- dijo seguro Dieg aunque en realidad era mentira

    Pitithious se levantó de su puesto y empuñó con fuerza sus manos, en lo que Dieg quedó atemorizado tras recordar el enojo que había tenido su ahora misterioso amigo hace una semana.

    -No estoy para bromas, ese objeto vale mucho para mí, además que solo yo tengo la forma de activarlo- dijo furioso el sith
    -Entonces muéstrame como abrirlo y déjame ver su contenido y…- iba a sugerir Dieg pero Pitithious se irritó
    -¡¡¡¡¡¡¡¡¡Devuélveme ese objeto ahora!!!!!!!!!- rugió Pitithious con tal volumen que hasta llegó hacer vibrar los vidrios violentamente
    -Está bien, aquí lo tienes- dijo nervioso Dieg en lo que extrajo de su mochila el holocrón de Pitithious, el cual el sith se lo arrebató inmediatamente

    Pitithious salió del aula con el holocrón, y se dirigió a un escondite que él mismo había creado el año pasado, donde contaba con un holocomunicador y un speeder para emergencia. Allí dejó el artefacto en una mesa y la examinó para ver si tenía algunas partes forzadas, lo cual eran varias ya que obviamente Dieg trató de mil formas poder revelar todo el contenido que tenía en su interior.

    El tiempo transcurrió y Jen no se presentaba en la escuela, ante lo cual Pitithious tuvo que recurrir al único medio fiable y cercano que estaba muy bien relacionado con su amiga, nada más ni nada menos que Densy, quien tuvo el papel de mensajera ya que Pitithious le enviaba por medio de ella una serie de holocartas a Jen. Acercándose la segunda mitad del octavo mes, Pitithious preparaba dos sucesos muy importantes ya que se acercaba la fecha de su cumpleaños y a la vez el festejo de los doscientos días desde que se instauró el Imperio Galáctico Sith. Para lo primero había invitado a Jen y a Francy para hacer una especie de “reunión familiar”, lo cual había realizado con anticipación la una semana antes; mientras tanto la Armada Imperial se preparaba para el gran desfile en Coruscant por el aniversario del Día Bicentenario y el cumpleaños del Emperador, para lo cual se realizó una serie de limpiezas e inspecciones en toda la capital.

    Sin embargo, no todo salió bien en los planes de Pitithious, ya que aquel día Theed se cubrió bajo una lluvia, Francy no pudo asistir ya que tenía médico y Jen no se presentó a la escuela. Fue el día más triste para el muchacho, lo cual contrastaba con la alegría de los desfiles militares en toda Coruscant. Pitithious tuvo que viajar rápidamente a la capital imperial y en la sede del Senado Imperial, donde dio un discurso ante el nuevo Senado Imperial.

    -Miembros del Senado Imperial. –saludó Pitithious- Hoy a 200 días del asentamiento del Imperio Galáctico Sith, me dirijo a todos ustedes mis leales aliados con un llamado a continuar siendo parte de esta causa, ya que nuestro primordial objetivo no es sólo el de expandirnos y gobernar sobre los sistemas de la Galaxia, sino que también es otorgar sentido a esta lucha, ya que los gobiernos de la Nueva República han sido inestables y por tanto no han hecho un buen llamado para lograr los fines que debió cumplir.

    Todos los senadores aplaudieron entusiastas ante las primeras palabras del Emperador, quien en cuanto se silenció la sala, retomó el discurso

    -El Nuevo Orden del antiguo Emperador Palpatine ha sido la garantía para las bases de origen del Imperio, los cuales se reflejan claramente en nuestra nueva carta fundamental, la Segunda Declaración Personalizada del Código Reglamentario Constitucional del Nuevo Orden, el cual promete un sistema político, económico, social y judicial más sólida y mejor.

    Los aplausos volvieron a resonar, y el Emperador tomó fuerzas y con voz enérgica prosiguió.

    -¡Ha llegado el día del cambio! La sociedad estará a salvo gracias a mi sistema y juntos traeremos el equilibrio tanto al Imperio como a la galaxia. La sociedad volverá a estar asegurada y será regresada gracias a ustedes, porque ustedes son la base y por tanto merecen ser respetados y escuchados. Una nueva democracia se impondrá muy pronto y ustedes serán los que impartirán justicia en conjunto con las respectivas directivas del gobierno imperial. ¡Viva el Nuevo Orden...Viva el Imperio!

    La sala se lleno de los ruidosos aplausos y de las aclamaciones a favor del Imperio. Aquel discurso anunciado también fue transmitido vía holored gracias a la circulación del nuevo canal autorizado de noticias Nueva Imperial. Las calles de Coruscant y de los sistemas controlados por el gobierno estaban festejando felizmente, mientras que la Rebelión era la única que no celebraba dado que se sintieron humillados y prosiguieron con las campañas por la liberación galáctica.

    Días después de estas celebraciones, las campañas de la Segunda Guerra marchaban conforme a las estrategias de los imperiales. La rebelión perdía terreno considerablemente y la alianza Murkhana-Gungan-Mustafar se iba debilitando en conjunto. Entretanto, el Heredero Sith por fin logró hablar con su oscuro maestro en el Palacio Imperial.

    -Lord Pitithious, he vuelto al fin- saludó Darth Sidious
    -Maestro, traté de contactarle varias veces pero usted no se presentaba. Pensé que le había ocurrido algo malo- dijo Pitithious en lo que se inclino ante el espíritu
    -En efecto mi joven aprendiz… Tuve que ir en busca de algunas respuestas y estuve examinando los sucesos que han estado ocurriendo y proyectado algo de lo que ocurriría a futuro - dijo el Señor Oscuro
    -Las campañas en la galaxia han resultado perfectamente. La alianza se ha debilitado y la Rebelión ha retrocedido- le explicó el Heredero
    -Bieeeeeeeeeeen… Sin duda lograremos el control absoluto, mucho más de lo que yo logré siglo atrás… Pero hay una forma en la que podrás asegurar la victoria completamente mi joven aprendiz- dijo Sidious
    -¿Cuál sería maestro?- preguntó Darth Pitithious
    -Debes crear guardias imperiales… Sería una buena manera para destruir por completo a la Rebelión y a cualquiera que intente desafiar al Imperio- le explicó Darth Sidious
    -No es mala idea maestro. Además tengo intenciones de hacer algo muy importante para ayudar a mi amiga Jen- dijo el Gran Señor
    -Excelente… Es hora de que te de una ayuda- dijo el maestro en lo que alzó su mano y se desprendió un plasma rojo que fue tomando la forma de una mujer de misma edad que Pitithious- Este es un clon que he creado de una de mis “Manos”... Ella hará bien el trabajo
    -Como sea tu voluntad, mi señor- dijo el muchacho

    Sidious desapareció y Pitithious recogió el cuerpo inmóvil de la mujer. Fue entonces que al ver su rostro, notó que era nada más y nada menos que un clon de quien fuera la Mano del Emperador y la esposa de Luke Skywalker, Mara Jade.

    -¡Mara Jade! – dijo Pitithious sorprendido en lo que la mujer despertaba de su sueño y observaba al sith

    Mara observó a Darth Pitithious, pero ésta veía en él al Emperador Palpatine, por lo que se inclinó frente a él, agachó la cabeza y se dirigió ante su señor.

    -Emperador ¿Cuáles son sus ordenes?
    -Bien… -dijo entusiasmado el Emperador- Mara Jade, yo soy el Emperador Darth Pitithious, Heredero Sith de tu maestro Darth Sidious, y te he convocado porque necesito tu ayuda… Debes dirigir una Guardia Imperial y debes terminar con las campañas militares que se desarrollan en el sistema de Murkhana, allí los rebeldes están muy concentrados y necesito que los elimines para poder ejecutar la siguiente fase
    -Haré todo lo que el Oscuro desee –dijo la clon

    Luego de su asignación, Maara continuó su misión en el sistema Murkhana, lugar donde en los seis siguientes días logró apoderarse del control del sistema. Faltaba nada más unos tres días para que terminara el octavo mes y la alianza fue vencida por las tropas imperiales y se declaró la victoria imperial, por lo cual los sistemas se separaron y la Rebelión se retiró al anonimato para no tener más problemas. La primera Guardia – al mando del Inquisidor Nuss- restableció el bloqueo imperial de Naboo mientras que la Segunda Guardia –al mando de Maara jade- logró esclavizar a la gente del sistema y destruyó todo lo que tuviera relación con la Rebelión

    Alejado de todo ello, Jen regresó tras haber desaparecido dos semanas, y Pitithious supo que el día de su cumpleaños su amiga no pudo asistir dado que su casa se inundó y ella tuvo que encargarse, junto con sus hermanos menores, de sacar el agua que entraba, y que después tuvo ciertos conflictos familiares que aunque eran tontos tuvieron varios encontrones fuertes. Pitithious recordó el plan que hace un mes había ideado sobre las filtraciones que haría de parte de Dieg y además de Densy –ya que empezó a decir ciertas cosas de Jen que a él le parecían sospechosos-.

    -Jen tengo algo que decirte- dijo Pitithious
    -¿Qué pasa Pit? Te noto algo tenso- dijo algo extrañada Jen
    -Tu prima está diciendo cosas raras de ti que incluso creo que lo hace en tu contra- dijo el muchacho
    -¿Mi prima? ¿Estás seguro?- se asombró la joven
    -Durante los días que tú no has venido me he acercado a Densy para saber de ti, y ella en ocasiones decía que no debía depositarte tanta confianza y que además…- le explicó Pitithious pero se puso nervioso
    -¿Además qué?- se empezaba a desesperar Jen
    -Además… decía que tú podrías estar embarazada- dijo el muchacho rápidamente
    -¡¿Qué?!- se paralizó Jen- Voy a matar a Densy… Pit ella está mintiendo, lo hace de envidiosa solo por verte tan preocupado por mí. Ella piensa que lo que tengo yo lo tiene que tener ella, y si es necesario hace unos berrinches para saciar su codicia… ¡Que rabia!
    -Mira, yo lo tengo todo bajo control… Densy de a poco me ha tomado confianza y he pensado utilizarlo para que me siga diciendo cosas y ver que tiene entre manos. Si tú me lo permites, te ayudaré a desenmascararla- le sugirió Pitithious
    -Ten cuidado Pit, ella sabe como enredar a las personas y volverlas a su favor. No quiero perderte amigo- dijo angustiada la muchacha
    -No lo harás hermanita. Hace cuatro meses te hice un juramento y no pienso quebrantarlo. Eres muy importante para mí, eres parte de mi familia- dijo el joven-. Por otra parte, tengo ideado un plan para desenmascarar a Dieg y ver si realmente te engañó o no

    Jen se enmudeció. Le sorprendía la fidelidad que Pitithious tenía, y mucho más sobre sus ideas para ayudarla a descubrir quienes realmente la consideraban y quiénes no.

    -Suena interesante, me gusta mucho, Bueno, si quieres ayudarme, te lo agradezco muchísimo. Realmente suena arriesgado, pero confío en que lo logres. – dijo Jen
    Pitithious enmudeció un buen rato y Jen lo miro fijamente con curiosidad, empezaba a notar en su amigo una cierta angustia, un dolor.

    -Pit. ¿Ocurre algo? – preguntó extrañada Jen
    -Hay algo que debo decirte Jen… dijo el muchacho

    En eso en la mente de Pitithious se manifestó su maestro, quien veía en su decisión un importuno ya que podría alejarla de su lado y la perdería para siempre

    -He visto tu futuro muchacho, la ayudarás mucho pero no podrás salvarla de todo el mal que la rodea… No le digas nada –trataba de convencerlo Darth Sidious
    Pitithious estaba confuso, si le decía a Jen de su amor, seguro ella se alejaría, pero si seguía ocultándoselo lo descubriría igual a través del plan del muchacho. Jen, completamente intrigada, esperaba a que su amigo le hablara por fin.
    -¿Te sientes bien?- preguntó preocupada la joven
    -Es algo sobre ti… - dijo temeroso Pitithious
    -¿Qué es? Vamos dime, me tienes preocupada – se desesperaba Jen
    -Es que desde que te conocí… Yo he estado muy cerca de ti y hemos sido amigos… Pero hay algo que nunca te he podido decir y ahora es necesario que lo sepas
    Jen se confundió de súbito. Quedó paralizada ante las últimas palabras de su amigo y empezó a temer que hubiera una verdad muy inquietante en las palabras de Pitithious.
    -Yo… Te amo – dijo el joven- Te amo desde ese primer día de clases, y es por eso que te he ayudado tanto y quiero quitarte las vendas que te ciegan
    Jen se enmudeció completamente. Su mente trataba de entender lo que Pitithious decía y empezó a asociar todos los sucesos transcurridos.
    -Entonces… Ay, Pit… - suspiro la muchacha
    -Yo se que tienes un novio ahora, y por eso no quise hacer nada… Solo quise que fueras feliz – dijo Pitithious

    Ambos se abrazaron y de una forma inesperada emergió una poderosa luz de los dos jóvenes que al desvanecerse volvió todo a la normalidad, sin embargo Pitithious se debilitó y cayo desmayado, ante lo cual Jen tuvo que sostenerlo rápidamente para que no diera con el suelo, y con esfuerzo – dado por el peso de Pitithious ante los implantes que tenía en sus piernas, vientre, pecho, cuello y cierta región de la cabeza- lo dejó recostado en una mesa y fue en busca de un droide medico para que lo revisaran. Jen llegó a la enfermería y le contó que su amigo se había desmayado y necesitaba ayuda, y juntos fueron a la sala para revisar al joven.

    Entretanto que ocurría toda esa situación. El espíritu de Pitithious viajaba por un mundo muy desconocido, jamás visto en su vida, muy oscuro, donde simplemente se sentía la energía del Lado Tenebroso de la Fuerza. En eso su camino terminó frente a la silueta de una silla, la cual rotó y en eso se pudo apreciar el rostro de Darth Sidious.

    -Que terco eres, mi joven aprendiz – dijo el Señor Oscuro- Ella te abandonará… Acéptalo de una vez… No vivirás mucho tiempo…
    -Si muero ahora, que al menos sea habiéndole hecho saber a ella que yo la amo –dijo Pitithious
    -Ustedes no podrán estar juntos, ya lo he previsto y así será… Ella nunca estará a tu lado por siempre… Tú mismo la alejarás de tu lado- dijo Sidious
    Pitithious furioso encendió su sable y con prisa y muy decidido se acerco a su maestro, pero no advirtió los movimientos de su contrincante y recibió una potente descarga eléctrica que brotó de las viejas y consumidas manos de Sidious
    -Entiéndelo… No tienen futuro juntos… Debes abandonarla- dijo el sith
    -¡¡¡¡¡ Nunca!!!!! – gritó fuertemente Pitithious y le perforó el pecho a su maestro en una maniobra giratoria con su espada

    Sidious cayó bruscamente sobre la silla y se retorció como queriendo protegerse de Pitithious, quien se acercó lleno de ira con la idea de asesinarlo. En eso el Señor Oscuro soltó su tétrica risa malévola y sonreía muy confiado y se desvaneció rápidamente. Pitithious se puso en modo defensivo y se movía con tal de no ser sorprendido por su maestro y recibir un ataque sorpresa, pero al notar que no había movimiento alguno apagó su sable y lo colgó en su cinturón, y de repente inicio un violento y poderoso temblor que agrietó el suelo y Pitithious tambaleó cayendo en un agujero, flotando en un vacío interminable hasta caer en los brazos de un ser vestido con túnica blanca, quien se quitó la capucha y vio que era su amiga Jen, quien le miro con ternura.

    -Regresa a tu mundo, aun te queda una misión que cumplir – dijo la muchacha y le besó la mejilla

    Durante ese instante, todo se iluminó y el espíritu regreso al cuerpo estático, recuperando la consciencia y observó que estaba en una habitación, acostado en una camilla y oía un llanto desconsolado de alguien, ante lo cual se levanto y observó a su amiga a los pies de la cama con la cara tapada por sus brazos muy triste. Pitithious se levantó de la camilla y rodeo la espalda de Jen con un brazo, y ésta al notarlo se levantó y al ver a su amigo despierto lo abrazó fuerte y siguió llorando pero de alegría. Pitithious se sentía como nuevo, no sentía miedo alguno, ni sufrimiento, ni odio, era como si hubiera sido renovado de una manera muy mágica, y más aún, sintió que por fin tras largos y tristes siete años, había conseguido su ansiada redención y su renacimiento…
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