Búsqueda en Pillio

Hellish viaja junto con su escuadrón asignado de ocho Death Troopers, dos de ellos pilotean la lanzadera clase Lambda en la que viajan, al ubicarse el planeta en los mundos del núcleo debían viajar lo mas precavidos posibles, sin llamar mucho la atención, sin movimiento militar que el mínimo para el objetivo trazado: Encontrar los planos del super laser.



El viaje fue largo pero fácilmente ingresan al sistema Jinata y alli ven el inmenso planeta acuático - Mi lord, nos aproximamos a Pillio, nuestros escaneres no detectan otras formas de vida o tecnología mas que la que fue abandonada. -afirma uno de los soldados- Descenderemos en las colinas del sur, a partir de allí podemos abrirnos camino hacia las cuevas internas. -El soldado termina su sugerencia mientras que el líder de escuadrón asiente a su lado, el resto de las tropas van preparando sus rifles, comunicadores y demás indumentarias especiales para la misión.

No mucho después la lanzadera aterriza en una superficie rocosa pero con el suficiente espacio, se abre la rampa de aterrizaje y los soldados comienzan a bajar primero, cuatro de ellos van de un lado a otro analizando el lugar, posteriormente el líder de escuadrón y finalmente le tocaría al Lord Sith.

Habíamos arrivado. Dejé mi manto oscuro y mi máscara ceremonial en la astronave en la cual habíamos llegado a éste planeta. Llevaba puesta mi armadura ligera Imperial, la misma era en tono oscuro.

- Máxima precaución, Capitán. Partamos. ¿Pueden rastrear con sus instrumentos donde se encuentra lo que estamos buscando? Para que nos pongamos en marcha hacia la dirección correcta -dije mientras tomaba uno de mis dos sables de luz y lo llevaba en mano, sin encenderlo, obviamente.

Descendimos de la Lanzadera y nos pusimos en marcha.

- Es un lugar muy remoto. Es decir, está bien lejos del centro de la galaxia habitada, pero es un planeta hermoso -le comenté al Capitán mientras íbamos avanzando él y yo a la misma posición y velocidad.

Darth Hellish escribió:
- Máxima precaución, Capitán. Partamos. ¿Pueden rastrear con sus instrumentos donde se encuentra lo que estamos buscando? Para que nos pongamos en marcha hacia la dirección correcta -dije mientras tomaba uno de mis dos sables de luz y lo llevaba en mano, sin encenderlo, obviamente.

El líder de escuadrón responde- Conocemos la dirección, mi lord. Lo conduciremos por la ruta -

Darth Hellish escribió:
- Es un lugar muy remoto. Es decir, está bien lejos del centro de la galaxia habitada, pero es un planeta hermoso -

El escuadrón se adelanta un poco mas, el líder empieza a dar señas a sus subordinados para que sigan una dirección u otra, estos con sus escaneres comienzan a rastrear el lugar, el recorrido permaneció tranquilo durante unos quince minutos.

- Señor, hemos encontrado rastros de equipo imperial, nuestros rastreadores indican que se trata de herramientas maquinaria pesada -el líder de escuadrón camina en dicha dirección y se detiene- Aquí ya se ha estado antes -se gira hacia Hellish- ¿Ve aquella cueva, mi lord?. Es un circuito cerrado de múltiples minas...y también criaturas que se alimentan de los cristales que crecen en la tierra. -



Este da un seña mientras levanta su rifle junto con sus soldados y comienzan a entrar en las cuevas- Andando -los soldados encienden linternas desde sus rifles y comienzan a iluminar el interior, el líder de escuadrón revisa una especie de localizador que según su sonido le indique si se acercan o se alejan del objetivo.

- Excelente. Buen trabajo, todos -les dije y me refería a su labor de rastreo. Los Comandos sabían lo que estaban haciendo, eran inteligentes y disciplinados. En verdad provocaba hacer misiones con ellos, eran coherentes, centrados y educados.

Comenzamos a adentrarnos en las cuevas, con disimulo me adelanté para caminar al mismo nivel que el que llevaba la delantera. Es decir, me molestaba la idea de exponerlo como si fuera una bestia de carga. No me gustaba hacer eso, menos cuando era un Soldado profesional, entrenado, prestando un buen servicio.

Con mi sable en mano, aún sin activarlo, continuábamos avanzando. El Capitán de los Comandos iba exactamente detrás de nosotros. Todos iban en perfecta formación, no descuidaban ninguna esquina. Por mi parte iba atento, no quería que nada nos sorprendiera.

Iba pensando muchas cosas: era obvio que Falpetine había escogido aquel lugar porque era seguro para sus intereses. Es decir, de seguro era peligroso. Peligroso para nostros que estábamos andando por ahí.

Con mi mano libre hice una seña al Comando que iba conmigo para que tuviese cuidado con el techo, es decir, que no fuese a desprenderse alguna alimaña del mismo y nos cayera encima. De cualquier forma el Comando era un profesional, e iba super pendiente. Seguíamos avanzando. Procuraba no hablar, no había dicho palabra para no delatar nuestra posición. No quería entorpecer la operación.

Dentro de las inmediaciones de las cuevas se encuentran numerosos Stormtroopers muertos, diferentes cuerpos regados en varias esquinas. Uno de los soldados ilumina a uno de los cadáveres- Estos cadáveres son de vieja data, señor. Ya otros han intentado llegar al observatorio del Emperador...sin éxito -asegura el soldado.

- Sigamos...- ordena el capitán, se escucha el sonido de criaturas extrañas haciendo ecos, grandes trozos de ámbar pegados en el suelo y las paredes entorpecen el camino- Cuidado mi Lord, estas rocas también son pegajosas -Rápidamente se rompen varios cascarones de ámbar y de estos se desprenden insectos tan grandes como un brazo a amenazar a los Death Troopers, estos apuntan hacia las criaturas que vuelan hacia ellos y abre fuego.

- Rápido, rápido, cuidado, sargento! -Uno de ellos elimina a dos insectos pero es atrapado por cinco mas, tres insectos vuelan hacia el Lord Sith pero el resto de los soldados disparan antes. El soldado que fue atacado se levanta del suelo y corre para buscar su rifle, tenia en su espalda un insecto tratando de penetrar su armadura- No te muevas, soldado -ordena el capitán quien dispara al insecto molesto, hasta ahora nadie ha sido asesinado pero la situación empeora cuando alrededor de veinte insectos adicionales rompen sus cascarones.

Otro de los soldados pisa un charco de ámbar y queda atrapado- ¡¡Maldición, me atore!! -pero el resto de los hombres mantiene su atención en los insectos, apuntando- ¡Disparen! -ordena el capitán y sus rifles empiezan a destrozar a varios de los insectos voladores pero no era suficiente.

Demonios -dije mientras los Comandos combatían contra los insectos. Eran muchísimos, cada vez venían más y lo hacían por oleadas.

Mi sable de luz estaba activo, uno de ellos. Su fulgor carmesí iluminaba y creo que atraía a los insectos (por el tipo de iluminación).

- Vaya lugar escogió Falpetine. Muy bien, muy Sith la cosa, para cuidar bien sus secretos -dije mientras ayudaba al Comando que había quedado atrapado. No quería que ninguno de los Comandos muriese, estaban haciendo su trabajo y de la mejor manera posible. Tanto cadáver de Imperial era sin duda un desperdicio de recursos, recursos orgánicos y tecnológicos, por todo el equipo dejado atrás. Un desperdicio total.

Con cuidado y precisión usé la hoja de mi sable para liberar al Comando de aquella sustancia parecida al ámbar.

- ¡Cuidado! -dije mientras se acercaba una nueva oleada de insectos. Con mi mano libre los repulsé mediante una ola telequinética. Luego invoqué Electricidad de la Fuerza para destruirlos.

- Aquí no puedo invocar mis poderes al máximo, podrían venirse abajo las cavernas, Capitán -dije mientras cortaba insectos con mi sable de luz-. Pónganse detrás de mí y disparen a discreción a mis costados y a nuestra retaguardia.

Invoqué de nuevo Electricidad de la Fuerza, en un porcentaje muy inferior al cual yo podía hacerlo, tan sólo la energía suficiente como para destruir insectos.

- Debemos intentar continuar o el viaje hasta acá habrá sido en vano, y necesitamos lo que hemos venido a buscar, o no haremos nada con el Destructor, Capitán. Intentemos continuar -le dije mientras hacía movimientos con mi sable, protegiendo a mis compañeros y a mí mismo. Giros propios del Soresu para repeler a los insectos. Al repelerlos quedaban cortados en el suelo, muertos.

Los Comandos continuaban disparando y lo hacían con precisión, pero eran muchos insectos.

- Si esto sigue así sería conveniente llenar de veneno las cavernas y que nosotros usemos máscaras ambientales. No sé si trajimos algo de eso en la Lanzadera, la verdad -dije mientras continuaba combatiendo en contra de aquellos necios enemigos.

Los soldados continúan disparando por doquier, la situación mejoro un poco cuando el Lord Sith desata su poder, eso inspiro a los Death Troopers a atacar con mas valor pues se sentían apoyados, los insectos a pesar de que eran mucho poco a poco retroceden hasta que vuelven mas, el Sith asegura que de tener que desatar todo su poder afectaría la cueva.

- Cambiemos el camino entonces, allá, hacia aquel túnel -Los soldados van disparando mientras retroceden en dirección a la que indica el capitan, el Sith también los acompaña mientras corta distintos insectos con su sable de luz.

Una vez en el túnel, los soldados disparan hacia el techo provocando que inmensas rocas y escombros caigan y sellen el ingreso al túnel.- ¡Buena idea, Capitan! -asegura uno de los soldados.- Bien, continuemos, según el datapad hay una ruta alterna. -El grupo continua su camino iluminando la cueva con sus linternas hasta llegar a otro acceso que también se encuentra sellado por una capa gruesa de rocas.- ¡Maldita sea!...el único acceso alterno y esta sellado también, que hacemos ahora, mi lord? -pregunta el capitán.

Por favor, conservemos la calma. Encerrados aquí y de paso molestos, sería una terrible combinación. La decisión del Capitán fue la mejor, al menos aquí no tenemos a los bichos ésos molestándonos. Siempre he detestado a los insectos, así que podrán imaginarse mi alegría de tener que combatir alimañas -dije mientras sonreía. Luego me acerqué a contemplar el túnel sellado por las piedras.

- Hmm, no usemos explosivos aquí, podríamos causar un derrumbe peor -dije mientras desactivaba mi sable de luz y lo guindaba de mi cinturón-. Bueno, al menos sabemos que vamos en la dirección correcta. Debemos continuar hacia adelante.

Me quité mis guantes y las guindé de mi cinturón. Comencé a acariciar las piedras y valiéndome de la Fuerza comencé a explorar lo que había más adelante, es decir, la "profundidad" del obstáculo. La sensibilidad de la Fuerza era útil.

- Creo que me valdré de la Telequinesia para empujar las piedras hacia adelante, para liberar el camino. Iré presionando las piedras hacia adelante, hacia donde tenemos que ir avanzando. Sin acumularlas hacia la parte superior de la caverna, sin presionar el "techo" con las piedras. Vayamos con calma. Quizás más adelante se ensanche el túnel y sea más fácil ir acomodando las piedras. Lo iré haciendo lentamente, sin prisa. Pero primero, por favor, denme agua. Me dio sed -dije sonriendo.

Uno de los Comandos me pasó amablemente una cantimplora metálica muy bonita, la abrí y dejé caer líquido dentro de mi boca sin tocar con mis labios la parte superior de la cantimplora (para no contaminársela). Era agua y estaba muy fría, la cantimplora la mantenía así.

El Comando me observaba, y se preguntaba si todos los Siths eran considerados y amables (poquísimos lo son).

Cerré la cantimplora y la devolví al Comando, diciéndole "Gracias".

- Bueno, vamos allá -dije mientras daba un paso más hacia las piedras que bloqueaban el túnel. Levanté ambas manos a la altura de mi pecho-. Chicos, por favor manténganse un par de metros detrás de mí. No sea que haya un derrumbe y comiencen a caer piedras del techo del túnel. Estaré atento con mi Telequinesia para evitar que algo caiga y nos lastime, pero es mejor si ustedes están un poco atrás.

Tras decir aquello me dispuse a comenzar a mover las piedras, usando la Telequinesia. No se sentía como una carga pesada, no aún. Después de todo he movido cosas sumamente pesadas mediante la Telequinesia. Una vez moví una nave Capital Imperial, que estaba en construcción, en un dique. No es que me puse a pasearla por el lugar, pero sí la desplacé. Se me da muy bien la Telequinesia.

- Bueno, vamos bien -dije mientras las piedras iban retrocediendo. Crujían un poco pero se iban retirando, no había problema.

Darth Hellish escribió:
- Por favor, conservemos la calma. Encerrados aquí y de paso molestos, sería una terrible combinación. La decisión del Capitán fue la mejor, al menos aquí no tenemos a los bichos ésos molestándonos. Siempre he detestado a los insectos, así que podrán imaginarse mi alegría de tener que combatir alimañas -

Los soldados se miran entre ellos, era la primera vez que se relacionan con un brujo de la Fuerza con un sentido del humor un poco distinto a los ya conocidos.

Darth Hellish escribió:
- Creo que me valdré de la Telequinesia para empujar las piedras hacia adelante, para liberar el camino. Iré presionando las piedras hacia adelante, hacia donde tenemos que ir avanzando. Sin acumularlas hacia la parte superior de la caverna, sin presionar el "techo" con las piedras. Vayamos con calma. Quizás más adelante se ensanche el túnel y sea más fácil ir acomodando las piedras. Lo iré haciendo lentamente, sin prisa. Pero primero, por favor, denme agua. Me dio sed -

El Sith aseguro que usaría uno de sus trucos, todos asienten y esperan que comience hacerlo pero inesperadamente este se voltea y solicita algo de agua para calmar su sed, los Death Trooper se ven entre ellos- ¿Eh?...si, agua, sargento, su mochila -el soldado reacciona y la entrega para sacar un envase de agua para el hombre.

De pronto comienza a realizar sus trucos Jedi, los soldados levantan sus armas en dirección al túnel sellado para disparar a cualquier cosa que intente atacar, se mueven junto al Sith quien permanece ejerciendo presión con sus talentos especiales, la situación duro así unos cinco minutos hasta que finalmente pueden ver algunos rayos de luz penetrando las rocas, era evidente que pronto saldrían.

- ¡Bien hecho, mi lord! -dice el capitán junto al Sith, finalmente habían salido de aquel oscuro túnel- Debemos seguir, la ruta indica que estamos a diez minutos del bunker -asegura el capitán una vez mas, los soldados continúan su camino alertas ante cualquier posible peligro pero todo permanece tranquilo durante la caminata.

- ¡Ahi esta, capitán! -levanta la voz uno de los soldados, rápidamente todo el grupo se acerca hasta llegar frente al bunker imperial, los soldados lo detallan para asegurarse que no haya sufrido daños- Todo en orden, mi lord pero el informe del almirante Pride dice que la llave para abrir este bunker la posee usted, Lord Hellish -dice el capitán esperando por su superior.

Buen trabajo, todos. Son excelentes Comandos. El que los insulte llamándolos "soldados", es porque no los ha visto en acción -dije mientras observaba la enorme puerta ante nosotros-. Buen trabajo en equipo, todo gracias a la Fuerza, gracias al entrenamiento que han recibido y gracias a su talento.

Mis ojos amarillentos y carmines observaban con atención la puerta.

- Para que vean como son las cosas: luce como una compuerta normal, pero no tiene paneles de acceso, ni cerradura electrónica, nada. Como una bóveda sin forma de cómo interactuar con ella. Sin forma de abrirse. Haré ciertas pruebas -dije y me aproximé aún más. Comencé a pasar mis desnudas manos sobre el metal, se sentía normal, no había nada anómalo.

- Hmm -gemí casi imperceptiblemente. Los Comandos se mantenían a distancia, vigilando el perímetro. Me encantaba trabajar con ellos, estaban muy bien entrenados y sabían lo que era la disciplina.

Comencé a invocar la Fuerza sobre mí y delante de la materia que estaba cerca. Pero no hubo respuesta alguna. Nada.

- Falpetine, Falpetine -comenté en voz baja. El Capitán me observaba en silencio.

Cambié el enfoque y comencé a invocar el lado oscuro de la Fuerza. Nada de tonos neutros. Comencé a invocar la Fuerza en la forma más oscura y tenebrosa. Mi rostro se contrajo en una mueca de negatividad, de odio.

Un mecanismo o algo similar comenzó a sonar dentro de la materia metálica. Mis iris brillaban.

- Comandos, por favor, atentos -dije mientras las compuertas comenzaban a abrirse lentamente. Cogí uno de mis sables de luz, por si acaso...

La compuerta se abre una vez que el Sith invoca sus trucos extraños, los comandos se van adelantando volviendo a encender sus linternas para iluminar el interior del bunker, pronto se percatan de todo lo que hay dentro, montones de cajas de suministros, vestimentas, androides de protocolo desactivados, obras de arte, habían alrededor de cincuenta cajas de almacenamiento.

- Encontrar los planos del super láser aquí nos llevara años, no hay mas que un montón de basuras sin mucho valor, en verdad el Emperador guardaba tesoros aquí?, especulábamos que eran cajas cargadas de millones de créditos pero...ni eso...que opina, mi lord? -pregunta el capitán mientras el resto revisa caja por caja para ver que podían encontrar de valor.

Hmm, no todo es lo que parece -dije tras escuchar a mis compañeros. Los Comandos continuaban buscando, con eficiencia pero lograba sentir en ellos cierto sentimiento de decepción.

Guardé mi sable de luz cuando me di cuenta de que no había peligro en aquel lugar. Dejé el mismo guindando de mi cinturón.

- Tengamos calma y un poco de paciencia, continuemos buscando -le comenté a los Comandos. Al menos me sentía contento de que ninguno de nosotros había salido herido. Había que tener paciencia.

Comencé a revisar caja por caja, con calma. No encontrábamos nada. El Capitán comenzaba a impacientarse.

- Capitán, tengamos un poco de paciencia -le comenté con amabilidad. En un momento pensé en decirle que si quería, podía él esperar afuera, pero luego me lo pensé mejor y no le dijo aquello, no quería parecer grosero. Continuamos con la labor.

Hubo una caja en especial que fue desechada por uno de los Comandos, era una caja metálica que tenía dentro una bajilla muy bonita. Fruncí mi ceño al ver el contenido.

- Eso está muy fuera de lugar aquí -comenté en voz baja y me acerqué a ésa caja. Con calma fui sacando la bajilla, era una bajilla de muchas piezas, muy linda en verdad. Pero una de las piezas era extraña, era una jarra muy hermosa pero era pesada, pesada para su tamaño. Comencé a revisar la jarra mientras uno de los Comandos me observaba (estaba tomando un descanso, no me importaba estuviese descansando un momento. Los demás seguían buscando y no estaban de muy buen humor).

- Hmm, que raro -dije en voz apenas audible. La jarra tenía un fondo pesado, como el fondo de ciertos artículos e instrumentos de cocina que son utilizados en las embarcaciones, para que la marea no los haga rodar de las mesas. Eran cosas que tenían las bajillas antiguas, las bajillas contemporáneas poseen bases magnéticas. Algunos anticuarios o coleccionistas clásicos prefieren aún las bajillas con diseño antiguo.

- Bueno, voy a romper esto, ojalá tenga algo adentro, o habré dejado incompleta la bajilla por nada -dije y me aparté un poco con la jarra. Con el suficiente cuidado dejé caer la jarra al suelo. Con el primer golpe no se rompió, tampoco con el segundo-. Está muy bien hecha o le aplicaron un barniz endurecedor -dije mientras cogía de nuevo la jarra. Por un momento pensé en usar mi sable láser para romperla, pero podría perjudicar lo que pudiese estar dentro de la base de la jarra. Así que continué impactándola. Al sexto o séptimo intento lo conseguí, el fondo de la jarra se rompió y sí que estaba hueco.

- ¡Ajá! -exclamé-. Cogí la jarra rota y la revisé. Dentro de la base había un pequeño disco duro externo, el mismo había sido colocado ahí.

- Excelente. Dejen de buscar por un momento, revisaré esto -dije mientras sacaba mi datapad. Por un instante temí haberlo dejado en la Lanzadera, pero sí lo había traído. Menos mal. De cualquier manera, seguro alguno de los Comandos tendría consigo un datapad.

Con calma conecté el disco duro a mi datapad. Lo primero que apareció fue una base de datos en idioma Sith. Sí, en antiguo idioma Sith.

- Vaya, vaya -dije mientras leía-. Esto debe ser lo que buscábamos. Y está en idioma Sith. Que la Fuerza le dé existencia eterna en el "otro lado" a mi Maestro, por haberme enseñado el antiguo idioma Sith. Si no, estaríamos en tremendo lío -dije mientras mis iris leían con calma.

- Darth Eternal leía esto en forma fluida, sin pausas, era increíble. Yo debo ir traduciendo con calma. Son una serie de preguntas que deben ser respondidas adecuadamente. Imagino que es para acceder al contenido del disco duro. Voy a sentarme un rato con esto, chicos -le dije a los Comandos, y me alejé un poco. Tomé asiento sobre una de las cajas contenedoras que ya habían sido revisadas.

Largo rato estuve leyendo, traduciendo, escribiendo, respondiendo. Eran preguntas, sí, pero no de cultura general. Eran preguntas relacionadas íntimamente con la Orden Sith. Con la antigua Orden Sith.

De no haber sido mi Maestro, Darth Eternal, no habría sabido responder a éste curioso sistema de seguridad. Pasada una hora, seguro que más tiempo que eso, logré ingresar libremente al disco duro. El idioma cambió al Básico.

- ¡Bien! Entré. Ahora veamos -dije mientras comenzaba a revisar ahora con libertad, el disco duro. Encontré el único y más importante archivo: eran los planos específicos de cómo crear un super láser pero en un Destructor Estelar. Había diferencias notables, porque tenían que haber cambios en el reactor de hyper materia. No era algo normal en un Destructor Estelar. Habían muchos cambios de ingeniería y obviamente, de diseño interno.

- Capitán, lo hemos logrado. Hemos encontrado lo que veníamos a buscar -dije mientras hacía una copia de los planos en mi propio datapad-. Creo en verdad, que ya podemos irnos. Hemos tenido éxito en nuestra misión. Ahora, la segunda parte de la misión es volver a la Lanzadera sin que nadie salga herido, y lo digo por los insectos.

Me puse de pie y miré satisfecho a los Comandos, luego, guardé con cuidado mi datapad y el pequeño disco duro.


(Hasta aquí es la versión original tal como fue narrada en Yavin Academiy /Legends)

Regresamos a la nave y emprendimos viaje para reencontrarnos con el Almirante Pride, en la Fortaleza Culroon.

(Continúa en la Fuerza esta en la unión)