El acelerador de partículas LHC se ha vuelto a poner en marcha hoy, después de que un cortocircuito obligara a detenerlo el pasado 21 de marzo. El problema se arregló el pasado viernes, tras diez días de trabajo, y esta mañana desde las 8.30, hora de Ginebra, los haces de partículas están ya circulando por el superacelerador. Es la primera vez que el mayor acelerador de partículas del mundo se pone a trabajar tras dos años de parón.
Ninguna máquina humana ha conseguido generar tal energía
Los operadores del LHC intentarán hacer circular los haces de protones en ambos sentidos a una energía de inyección de 450 gigaelectronvoltios (GeV). Las primeras colisiones estables entre protones se esperan para finales de mayo o principios de junio, a 13 teraelectronvoltios (TeV), el doble de lo alcanzado en la fase anterior de funcionamiento de esta gran máquina científica.
Rolf Heuer, director general del CERN -el organismo que opera el LHC-, ha dicho a los ingenieros e investigadores: "Muchas gracias a todos. Ahora comienza el trabajo duro", según cuenta la BBC.
Lo que se espera en esta segunda fase de trabajo del Gran Colisionador de Hadrones, en la frontera entre Francia y Suiza, nadie lo sabe. Tras dos años de reparación y acondicionamiento, el acelerador va a funcionar al doble de potencia y cruzará una frontera de la física nunca antes traspasada. Ninguna máquina humana ha conseguido generar tal energía, o lo que es igual, ninguna máquina había podido producir partículas con tanta masa. Entre esas partículas podrían encontrarse las que componen la materia oscura o la supersimetría, posibles claves para empezar a entender lo que los físicos llaman el universo oscuro, o desconocido, y que supone el 95% del cosmos. “Si la naturaleza es buena con nosotros podremos encontrar estas partículas pronto”, dijo Rolf Heuer en una rueda de prensa celebrada hace dos semanas.
“Queremos crear un acelerador de partículas tan grande como Ginebra”
En la anterior tanda de experimentos había un objetivo claro, descubrir el bosón de Higgs. Esta vez, el LHC va a pisar tierra virgen y nadie sabe qué puede hallar. "Esta vez el higgs dejará de ser la estrella, pero aún nos queda mucho por medir, entre otras cosas su anchura exacta”, explicaba recientemente a EL PAÍS José Enrique García, físico de uno de los experimentos del LHC, el ATLAS.
El LHC funcionará de forma continuada, con parones en Navidad, hasta 2018. Existe la posibilidad de que para entonces no se haya descubierto nada nuevo, pero eso no es ningún drama, según Heuer. “Tenemos un plan para continuar usando el LHC hasta 2035”, destacó en la misma comparecencia.
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