Yakim y Farideh llegan a su palacio escoltados por una guardia kyroniana, quienes despues de hacer la reverencia, se reitan.
El palacio era hermoso
-¿Habías soñado con esto?-dijo Farideh
-¿Con ser tu esposa? Sí
-También yo soñaba con que lo fueras. Pero nunca me imagine esto otro-dijo señalando el palacio
-Tiene un estilo especial que no había visto antes-dijo Farideh-muy bonito. Deberían convertirlo en estilo arquitectónico propio
-Es verdad. Pero nada se compara con la belleza de tus ojos-le dijo mientras le tomaba de las manos
-Ni con la dulzura de tu alma. Aunque quieras simular sr un jedi gruñón e inconmovible, sé que no lo eres...aquí -dijo señalando su corazón.-Por eso me enamoré de tí.
-Tú me enseñaste a dejar de serlo, a volver a ser yo mismo, a no tener miedos. Y ahora me has enseñado a ser feliz, otra vez.
Por un instante Yakim se perdió en sus ojos azules mientras ella admiraba sus ojos verdes.
-Puedo enseñarte algo más-le dijo Farideh
-¿Ah sí? ¿Qué mas?
-A ser feliz por la eternidad-dijo mientras le robaba el mas dulce de sus besos y lo guiaba hacia la habitación.